A seis segundos del despegue, el cohete Antares –que transportaba la cápsula Cygnus– explotó ayer tras abandonar la plataforma de lanzamiento ubicada en la isla Wallops, en Virginia (EE. UU.).
Contrario al día anterior, cuando se pospuso el lanzamiento debido a la intromisión de una embarcación en el área de trayectoria del cohete, la misión contó con “bandera verde” en las horas previas y el despegue ocurrió sin contratiempos a las 4:24 p. m.
Sin embargo, y según se observó durante la transmisión de NASA TV, a los pocos segundos se dio una explosión que frustró el intento de Orbital Sciences Corporation –empresa dueña de las naves Cygnus– de realizar su primer lanzamiento nocturno y el tercero de ocho previstos al 2016.
“Antes del lanzamiento, el equipo de Orbital Sciences Corporation no rastreó ningún problema. No se reportaron heridos y todo el personal cercano al sitio está a salvo”, comunicó la NASA en un tuit.
Orbital es una de las dos compañías, junto con SpaceX, contratadas por la NASA para abastecer la Estación Espacial Internacional (ISS, sus siglas en inglés), tras el fin de la era de los transbordadores.
En sus primeras declaraciones, la empresa manifestó que el daño parecía limitarse a las instalaciones y en lo inmediato están abocados a recabar la información necesaria para hallar la causa.
Cygnus pretendía viajar a la ISS para abastecerla con 2,3 toneladas de provisiones. La NASA dijo que no iba nada que la tripulación de la ISS necesitara con urgencia.