Pese a que en Costa Rica cualquier bebé, desde el momento que nace, tiene la posibilidad de vivir 76 años, aún fallecen cientos de personas prematuramente por causas que pudieron evitarse, al punto de que en 1994 hubo 254.614 años de vida perdidos por esa razón.
La discusión salió a flote luego de conocerse un estudio que efectuaron consultores de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sobre las 13.278 defunciones que ocurrieron ese año en el territorio nacional.
De acuerdo con el estudio, los 254.614 años de vida que se malograron en 1994 representan una tasa de 78,3 por cada mil habitantes.
Si bien ese cuarto de millón de años no puede compararse con las cifras de otros países, ni tampoco puede juzgarse si esa suma absoluta es alta o baja, lo cierto del caso es que revela que en el país se puede hacer mucho por frenar y posponer las muertes y aprovechar así al máximo el potencial de cada individuo.
El informe de OPS refiere que al menos un 60 por ciento de las defunciones ocurridas en el año de 1994, pudieron evitarse con algunas acciones preventivas.
Otro estudio sobre la mortalidad infantil efectuado por el Ministerio de Salud, la Caja Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA), en 1995, llegó a similares conclusiones.
El análisis de la OPS se hizo con el indicador Años de Vida Potencialmente Perdidos (AVPP), el cual, aunque surgió en 1947, no se empleó con mayor intensidad -ya depurado- sino hasta la década de los ochenta, en Canadá y en Estados Unidos, que quisieron aprovechar su utilidad.
Los hallazgos
En Costa las cuatro primeras grandes causas de muerte, en orden descendente, son: las enfermedades del aparato circulatorio, los tumores, los traumatismos y envenenamientos y las enfermedades del aparato respiratorio. Sin embargo, cuando se efectúa el análisis de la mortalidad empleando el indicador AVPP, la situación se modifica considerablemente.
El trabajo de los expertos demostró, con base en los 17 grandes grupos de enfermedades, que los traumatismos y envenenamientos encabezan la lista, seguidos de las afecciones originadas alrededor del parto, los tumores, las enfermedades del aparato circulatorio y las anomalías congénitas, son los cinco grupos de padecimiento que producen la mayor cantidad de muertes prematuras.
Si el análisis se efectúa con base en causas individuales de muerte, el orden se reagrupa así: afecciones originadas alrededor del parto, anomalías congénitas, accidentes de tránsito, otros accidentes y enfermedades del sistema nervioso.
El estudio también demostró que hay padecimientos que están afectando al costarricense tanto por su frecuencia como por lo temprano en que se presentan. En esta línea, los traumatismos y envenenamientos figuran por su frecuencia como la tercer causa de defunción pero constituyen la primera en años de vida potencialmente perdidos.
Cuando se comparan los datos por sexo se observan diferencias importantes. Por ejemplo, destaca cómo los traumatismos y envenenamiento afectan con mayor severidad al grupo masculino.
Por el contrario, los padecimientos del sistema nervioso y la enfermedad isquémica del corazón producen más años de vida perdida en las mujeres
¿Que hacer?
El uso del AVPP abre una veta de trabajo para cualquier programa de salud pública, porque pemite a los especialistas en este campo enfocar su atención sobre aquellas enfermedades y factores de riesgo que están produciendo más años de vida potencialmente perdidos.
El representante de OPS en Costa Rica, Hugo Villegas Olazábal, explicó que esto implica cambiar las estrategias de lucha que tradicionalmente se han empleado contra esos males, con el propósito de no enfrentarlos en forma aislada sino de luchar contra los factores de riesgo que los causan.
En Chile, por ejemplo, se estableció un programa conocido como Conjunto de acciones para la reducción multifactorial de las enfermedades transmisibles (CARMEN), con el que se busca enfrentar la mortalidad prematura.
El ministro de Salud, Herman Weinstok, expresó que está dispuesto a establecer grupos de trabajo con el propósito de que analicen la situación y propongan fórmulas de combate.
Sostuvo que este año se iniciará toda una ofensiva contra los accidentes de tránsito, en la que están involucradas instituciones como la CCSS, el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Seguros y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes.
Dentro de las acciones figuran cambios en los dictámenes médicos y exámenes prácticos para licencias de conducir, campañas sobre el uso de todas la señales de tránsito y emitir un nuevo decreto sobre la realización de alcoholemias.
El objetivo final no es enfrentar únicamente los percances de tránsito, sino todas las enfermedades que están diezmando prematuramente a la población.
- En otras naciones
Estados Unidos
Los estudios revelaron diferencias significativas entre las poblaciones negras y blancas, produciéndose mayor pérdida de vidas prematuras en las primeras. Los accidentes, los tumores y las enfermedades del corazón son los problemas que causan el mayor número de defunciones prematuras.
Chile
Los años de vida perdida por muertes prematuras es de 801.271 años o sea 71,8 por cada mil habitantes. Aquí las enfermedades crónicas no transmisibles, los traumatismos y envenenamientos y las causas infecciosas, maternas y perinatales encabezan la lista.
Cuba
Los estudios realizados determinan que la pérdida de años afecta con mayor énfasis a la población masculina en todas las diferentes causas de muerte, con excepción del cáncer de mama, el de útero, la diabetes y las anemias.
México
Del análisis se desprende que cada año las defunciones que ocurren antes de los 65 años ocasionan la pérdida de 1.432 años de vida por cada 10.000 habitantes. Con base en esta metodología, los accidentes y los homicidios constituyen una prioridad por atacar en programas de salud pública.
- ¿Que es el AVPP?
¿Cómo se construye?
El indicador es la diferencia que se establece entre el promedio de edad en el que muere la gente por determinada causa y la edad en la que se espera que fallezca. Por ejemplo, en el caso de Costa Rica, el promedio de muerte por traumatismos y envenenamientos es de 42 años y la expectativa promedio que tiene cualquier persona al nacer es de 76,3 años. Esto quiere decir que por cada persona que fallece por tales percances, se pierden 34,3 años de vida.
¿Cuál es su utilidad?
De acuerdo con la revisión bibliográfica hecha por La Nación, este indicador constituye una herramienta sumamente valiosa para la planificación de estrategias tendientes a prevenir daños a la salud de la población y señala la importancia de trabajar en el control de factores de riesgo que propician las muertes prematuras. Se parte de que el costo social de una muerte a una edad temprana es mayor que aquella que ocurre en la ancianidad.
¿Cuáles son las discrepancias sobre su cálculo?
Algunos grupos consideran que el cómputo se debe realizar desde que el niño nace y otros estiman que se debe partir del año de edad. En relación con el límite superior, hay quienes estiman que debe emplearse la expectativa de vida al nacer de cada nación, En Costa Rica, ese indicador es de 76,3 años, pero otros proponen 65 y 70 años. Hay quienes opinan que tanto el límite inferior como el límite superior deben variar entre países desarrollados y subdesarrollados en virtud de las diferencias económicas, sociales, demográficas y ambientales que presentan.
Bibliografía consultada: "Años de Vida Potencial Perdidos: su utilidad en el análisis de la mortalidad de México", Revista Salud Pública, de México; Mortalidad Prematura de Costa Rica, OPS, Costa Rica; Premature Mortality in the United States, Public Health Issues in the Use of Years of Potential Life Lost", Centers For Disease Control; "Mortalidad evitable: ¿Indicador o meta? aplicación en los países en Desarrollo", Boletín Epidemiológico, OPS.
- Las que mas decesos tempranos producen
A continuación, un resumen de los 10 grandes grupos de padecimientos que encabezan la lista.
Traumatismos y envenenamientos
- Edad promedio de muertes: 42 años
- Mortalidad proporcional: 12,2 %
- Tasa por 100.000 habitantes: 48,9
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 55.423
- Edad promedio de muertes: 0 años
- Porcentaje de AVPP: 15,4
- Tasa por 100.000 habitantes: 12,00
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 39.139
- Edad promedio de muertes: 65 años
- Mortalidad proporcional: 20,2 %
- Tasa por 100.000 habitantes: 81,0
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 35.250
- Edad promedio de muertes: 74 años
- Mortalidad proporcional: 31,1 %
- Tasa por 100.000 habitantes: 124,9.
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 28.796
- Edad promedio de muertes: 1 año
- Mortalidad proporcional: 2,6 %
- Tasa por 100.000 habitantes: 10,3.
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 25.349
- Edad promedio de muertes: 69 años
- Mortalidad proporcional: 10 %
- Tasa por 100.000 habitantes: 40,0.
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 16.849
- Edad promedio de muertes: 63 años
- Mortalidad proporcional: 6,0 %
- Tasa por 100.000 habitantes: 24,2.
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 12.006
- Edad promedio de muertes: 40 años
- Mortalidad proporcional: 2,1%
- Tasa por 100.000 habitantes: 8,5.
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 10.447
- Edad promedio de muertes: 50 años
- Mortalidad proporcional: 2,4 %
- Tasa por 100.000 habitantes: 9,5.
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 8.954
- Edad promedio de muertes: 58 años
- Mortalidad proporcional: 3,2 %
- Tasa por 100.000 habitantes: 13.
- Años de Vida Potencialmente Perdidos: 8.587
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) planteó la necesidad de que Costa Rica modifique las estrategias de lucha contra las enfermedades no transmisibles con el propósito de reducir las muertes prematuras que se producen aquí.
El representante de ese organismo en el país, Hugo Villegas Olázabal, explicó que se trata de un nuevo paradigma que procura combatir las enfermedades de una manera conjunta.
Villegas explicó a La Nación que las nuevas tendencias apuntan a no enfrentarse aisladamente con una sola enfermedad, como tradicionalmente se ha hecho, sino a atacar, en forma sistemática, ciertos factores de riesgo que están generando daños en la salud del pueblo costarricense.
Agregó que la OPS y la Organización Mundial para la Salud (OMS) están en condiciones de movilizar recursos económicos y técnicos que permiten diseñar esta nueva estrategia de lucha.
El especialistas reveló que programas similares se desarrollan en Canadá, Estados Unidos, Chile y los países nórdicos con buenos resultados.
Con esta propuesta, la OPS procura sistematizar grandes acciones contra los accidentes de tránsito, el fumado, el sedentarismo, los niveles altos de colesterol, la hipertensión, la obesidad, los ambientes laborales inadecuados, el alcoholismo, las deficiencias educativas, accidentes laborales y las enfermedades profesionales.
Paralelamente a tales actividades, deben impulsarse las coberturas de vacunación de enfermededades transmisibles, la aplicación de medidas higiénicas y saneamiento básico y el diagnóstico precoz de padecimientos como el cáncer de cuello del útero.
En Chile, por ejemplo, se estableció un programa con ese propósito denominado Conjunto de Acciones para la Reducción Multifactorial de las Enfermedades no Transmisibles (CARMEN), que propone el estatablecimiento de grandes políticas que permiten integrar la promoción de la salud, la prevención, la atención y la rehabilitación.
Pero, además pretende llevar a efecto el desarrollo de un márketing para promover prácticas de vida saludable como la eliminación del fumado, el ejercicio constante, el consumo de frutas y verduras, la rutina que debe asumir toda mujer para efectuarse el examen de Papanicolaou periódicamente, el control en el consumo de grasas, entre otros.
Para Villegas, en Costa Rica se han empezado a atacar los consabidos factores de riesgo, pero a su juicio se requiere de más vigor y más sistematización en la lucha.