Snoopy jugó en Wimbledon. Así como lo lee, el más famoso
En el pasto sagrado de la
Wimbledon no es un lugar para advenedizos porque su larga tradición –que viene desde la segunda mitad del siglo XIX– así lo ordena.
Es el único de los cuatro grandes torneos que se juega en césped, exige la indumentaria blanca, como en los viejos tiempos, entre sus competidores; los jueces se dirigen a las tenistas como señora o señoritas; a los hombres se les llama simplemente por su apellido.
Wimbledon respira abolengo por cualquiera de sus rincones y es capaz de producir clásicos instantáneos como el épico encuentro final del 2008 entre Rafael Nadal y Roger Federer.
El español regresa este año al pasto sagrado del
Nova Djokovic y Federer aparecen como las amenazas más fuertes contra el reinado de Nadal.
Serena Williams es la monarca femenina del año pasado, pero viene de una larga inactividad.
La clasificada número uno de este 2011 es Caroline Wozniacki, de Dinamarca, quien también es la uno del planeta.
Mañana se inician 15 días del mejor tenis del mundo, con todo el rancio abolengo de una tradición que data desde 1877. ¡A disfrutar! 1