Diputados de varias fracciones arremetieron ayer contra el uso del término “chuchinga” por su compañero de Liberación Nacional Fabio Molina en contra de varios colegas.
Molina calificó en el plenario de “chuchingas” a aquellos legisladores que, según él, tienen un “deseo desmedido de hacerle la vida negra a la presidenta Laura Chinchilla”.
En su discurso del jueves 10 de noviembre, Molina usó 17 veces el término “chuchinguismo”, ocho veces “chuchinga” y cinco “chuchinguistas”.
El Diccionario de costarriqueñismos de Miguel Quesada Pacheco define “chuchinga” como “afeminado, maricón, hombre que gusta de discutir y pelear con mujeres”.
El presidente del Congreso, Juan Carlos Mendoza, dijo en alusión al caso que “el tipo de debate que existe en algunos momentos es realmente lamentable”.
Luis Fishman, legislador socialcristiano a quien Molina miró de frente al hablar del término, declaró que esa descalificación en un Parlamento no es válida.
“Descalificarlo a uno como diputado de oposición por estar en contra de ciertas posiciones de la presidenta le quita nivel a la discusión parlamentaria”, dijo.
Para la libertaria Mireya Zamora, “no hay ningún chuchinguismo, la señora presidenta está obligada a hacer un trabajo a su nivel porque si no nosotras, las mujeres, no vamos a tener credibilidad”.