México, D.F. El Canal de Panamá ha facilitado los viajes por barco a través de las Américas desde hace más de 80 años, pero ahora una creciente lista de países de la región quiere entrar al negocio.
Cuatro naciones --México, Colombia, Honduras y Nicaragua-- dicen tener planes para competir contra el histórico Canal de Panamá, cada uno de ellos tratando de ser los primeros para no perder el lucrativo negocio.
El Canal de Panamá está trabajando a su máxima capacidad, algunas veces retrasando el ingreso de los barcos por días o incluso semanas durante labores de mantenimiento, en momentos en que el volumen de envíos por barco entre el oriente y el occidente crece a una tasa de entre 7 y 8 por ciento al año.
Asimismo, las economías de los "Tigres Asiáticos", orientadas hacia la exportación, están ahora construyendo barcos de contenedores tan grandes que no podrán atravesar los pasajes angostos del canal.
Pero, en vez que construir otro canal, un costoso proyecto que trae a la memoria los trabajadores que murieron de fiebre amarilla durante la construcción del de Panamá, tres de los países proponen la construcción de un canal seco.
La idea es vincular los puertos del pacífico y del atlántico con un tren de alta velocidad que transporte los containers a través del itsmo centroamericano.
Solo Colombia habla de otro pasaje similar al de Panamá, pero, debido a los costos y los daños ambientales, también está considerando una carretera interoceánica o una vía ferroviaria. Funcionarios de la Comisión del Canal de Panamá del Gobierno de Estados Unidos se divierten con las propuestas, consideradas casi como castillos en el aire.
¿Factibles?
No obstante, analistas afirman que la demanda del mercado para un segundo canal es real y que alguna de las propuestas podría llegar a concretarse.
"Primero ves el crecimiento económico mundial y después tienes que tomar en cuenta que los envíos de barco por lo general crecen a un ritmo más rápido", dijo Jack Deino, analista para el grupo financiero Inverlat.
"Hay mucho énfasis en las exportaciones y en el libre comercio en este momento", añadió.
La producción del mundo creció en un 3,5 por ciento en 1995 y se espera que aumente en un 4,3 por ciento en 1997, según el Fondo Monetario Internacional.
Asimismo, quienes apoyan la idea afirmaron que un canal seco en Centroamérica aportaría una ruta más rápida que el Canal de Suez para los barcos que viajan entre Asia y el Norte de Europa. "Esta idea es muy vieja", dijo Manfred Rucker, consultor residente en la ciudad de México.
"Yo conocí un proyecto en Nicaragua cuando estaba allí en 1962. Después hubo otro en Costa Rica con inversiones japonesas y después, en 1975 más o menos, hubo otro en México", añadió.
La propuesta más avanzada es la de Nicaragua, donde un grupo de grandes firmas de ingeniería y de construcción esperan la aprobación oficial del Gobierno para comenzar este mes con los estudios de factibilidad.
El proyecto de $1.400 millones, que sería financiado privadamente por un consorcio, permitiría a Nicaragua alcanzar su sueño histórico de ser sede de un canal.
El Gobierno estadounidense en un momento dado consideró a Nicaragua como un posible lugar para el canal original, pero finalmente se decidió por Panamá.
Si se mantienen los planes, la construcción del canal de Nicaragua comenzaría en 1998.