Algunas madres de hoy hacen lo que se con tal de convertir a sus hijas en modelos –o al menos intentarlo– sin importar el precio que se tenga que pagar.
¿Vanidad válida o excesiva? Esto es lo que intenta descifrar el reality que Discovery Home&Health estrena el domingo 25 de agosto a las nueve de la noche.
En inglés se llama Pushy and Pround y aunque es difícil hallarle una traducción literal, se puede decir que es algo así como “Metidas a grandes y orgullosas”, aunque son en realidad las madres las que juegan un rol protagónico en su obsesión porque sus pequeñas se sometan a cirugías y procedimientos, con tal de lucir bellas y refinadas.
Si bien en décadas pasadas era prácticamente prohibido que las niñas osaran pintarse los labios o usar tacones, evidentemente estamos viviendo tiempos totalmente diferentes hoy en día.
Y es que en este show el asunto es que la niña entre más crecida y bonita parezca, pues mucho mejor.
Ahí está el caso de Hayley Matthews, vinculada al mundo de la estética porque se dedica al manicure. Sus hijas Stacy, de 17 años, y Lecsy de uno, serán modelos por designio maternal.
“Sueño con ver a Stacy en vallas publicitarias y decir ‘esa es mi hija, yo la hice así’”, afirma Hayley en uno de los videos promocionales de la producción de origen inglés.
Pero para que el sueño suyo y de su hija se convierta en realidad, Hayley sabe que primogénita requiere de algo más… “Definitivamente necesita operarse los senos”, sentencia la madre.
En sus años mozos Annette Edwards fue una hermosa modelo y, tras retirarse, formó una academia de modelaje. Pero ahora tiene serias ambiciones para su hija Paige, de 16 años.
Annette tiene 40 años en el negocio y, tras amamantar a seis hijos, se sometió a operaciones de seno, implante de mejillas, mentón y es botox-dependiente.
Ella sabe lo que se requiere para triunfar en el competitivo ambiente de las pasarelas, en Paige Annette se refleja.
“Quiero guiarla porque sé que puedo llevarla por el camino adecuado, en Paige puedo verme cuando tenía su edad”, explica la orgullosa madre.
Este tema ha sido objeto de polémica mundial por cuenta del famoso reality Princesitas ( Toddlers & Tiaras ), que ha “producido” decenas de pequeñas reinitas de belleza.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Isabella Barrett, quien a sus seis años ya ganó varios concursos. A su corta edad posee una línea de ropa, juguetes y maquillaje, que le depara ganancias de seis millones de dólares. Su madre recibe críticas porque la tildan de explotadora, mientras que muchos se preguntan dónde queda la infancia de la niña.
De vuelta a la serie de próximo estreno, producida por la cadena británica Sky Living’s, ahí se muestran padres que están 100% dedicados los más estrafalarios rituales de belleza de sus pequeñas.
Las críticas ante la posición de estos padres abundan. El diario El Universo de Ecuador dedicó recientemente su crítica televisiva a esta particular filosofía de crianza que se ve en este tipo de shows.
“No son tan inofensivos como parecen porque promueven el cambio de un rostro infantil al de una adulta de exhibición, define la estrategia de padres que ven en la belleza de sus hijas la tabla de salvación monetaria y desata, a futuro, problemas psicológicos en pequeñas forzadas a la adultez y expuestas a las presiones que implica sobrevivir en el mundo del espectáculo”, critica el diario.
¿Qué podemos esperar, con todos estos condimentos, de deste show?
La respuesta la tiene una de las protagonistas Sarah Burge, quien enroló a sus cuatro hijas en el frenético ambiente del espectáculo y no duda de lo que se viene:
“El caos, lo bueno, lo malo, el negocio, tenemos la capacidad de asombrar y educar, así que definitivamente vamos a entretener”, puntualiza Burge.