E l sida es considerado por muchos una sentencia de muerte, a pesar de que hoy es una condición tratable.
Pero para evolucionar hasta este razonamiento un grupo de activistas se impusieron una meta clara: tratamiento o protesta, reseñada en este documental que sigue los pasos de grupos activistas como ACT UP y TAG en la lucha por una respuesta ante el problema de salud pública.
Como parte de los documentales que está transmitiendo HBO durante todas las semanas de lo que falta del año, en esta oportunidad le corresponde el turno al filme How to Survive a Plague ( Cómo sobrevivir a la plaga ), del director y periodista David France, quien también colabora como editor en la revista New York y fue editor de Neewsweek .
El documental presenta los acontecimientos que llevaron a un grupo de jóvenes, la mayoría seropositivos, a romper el silencio y convertirse en guerreros radicales para enfrentar al gobierno de EE.UU. y exigir que se le prestara atención y se solucionara el problema que se estaba desencadenando entre la comunidad gay de los años 80: el SIDA.
Muchos de ellos, convencidos de que lo único que tenían que perder era su propia vida, comenzaron un movimiento conformado por dos coaliciones en ese país: ACT UP y TAG (Treatment Action Group), cuyo feroz activismo logró que hoy el SIDA no sea una sentencia de muerte sino una condición manejable.
A pesar de no tener formación científica, estos activistas lograron infiltrarse en la industria farmacéutica y han ayudado a identificar nuevos fármacos prometedores, consiguiendo que se convirtieran en pruebas experimentales para los pacientes en un tiempo récord.
Con un acceso sin restricciones a material de archivo de los años 80 y 90, algo nunca antes visto, el cineasta David France muestra a la teleaudiencia las acciones controvertidas, las acaloradas discusiones, los fracasos desgarradores, y los avances exultantes de líderes que conformaron ese movimiento, el que a la postres obligó a Estados Unidos a concentrarse en la epidemia y, finalmente, convenció al gobierno federal a acelerar la aprobación de medicamentos que salvan vidas.
David France logró así poner el dedo en la llaga con este documental que fue nominado a los Premios Óscar del año 2012, reflejando las luces y las sombras de estas acciones clandestinas, las razones de quienes los consideraron unos héroes y de los que creen que fueron realmente unos villanos. 1