Para Paloma San Basilio el cantar en Costa Rica es como hacerlo frente a amigos y, por eso, insistió en que su nueva gira, llamada
Con más de tres décadas de carrera, la intérprete volverá al país con todos sus éxitos y otras grandes canciones del repertorio latinoamericano, para endulzar los oídos de sus seguidores.
La cantante española estará el jueves 3 de noviembre por una única noche, en el Teatro Melico Salazar.
Antes de esta cercana visita, la artista habló en exclusiva con
A través de los años, ha acumulado muchos recuerdos de Costa Rica; incluso, asegura que no olvida una ocasión en que pudo ver el desove de tortugas en una playa de nuestro país, y aunque asegura que esta vez no podrá hacer turismo, no pierde la esperanza de hacerlo en un futuro muy cercano.
”Está basado en mi repertorio y en canciones que he grabado de otros países, canciones que me han inspirado durante años. Es un espectáculo de mucha luz y muy fresco”.
Siempre hay una necesidad, cuando haces un trabajo, de ir de un lado hacia otro y casi siempre vas en una dirección, no opuesta, pero sí haces un giro con respecto al anterior.
Posiblemente la curiosidad y la ilusión por el conocimiento y el descubrimiento de espacios nuevos y una cierta capacidad de disfrutar lo que la vida me va regalando y sacarle partido a cada minuto de la vida, tanto a nivel personal como artístico. Es un poco esa especie de armonía con el universo y sentir que estás ahí y eres algo muy pequeño, pero no tienes porqué sentir miedo y que formas parte de un todo.
América me ha regalado muchas cosas. Yo creo que mi carrera sin América hubiera sido muy distinta; siempre lo he dicho. Yo estoy muy agradecida de esa posibilidad que América me ha dado, siempre de poder volar, poder moverme y salir de mi tierra para conocer muchas cosas; me ha dado oxígeno.
”Yo creo que la música es una forma importante de expresión de un pueblo; para mí ha sido relevante ese conocimiento de la música a través de los pueblos, y de poder ponérmelas como esa piel, y sintiendo emociones distintas, descubriendo pasajes y acentos distintos.
Es un proceso en el que siempre intentas hacer lo que sientes que quieres hacer. Yo, en eso, soy bastante instintiva, siempre trato de que mis espectáculos respondan, algunas veces a un disco que está en el mercado, otra veces no; en este caso yo quería despojar de toda clase de condicionamientos y ataduras, con un concepto muy cerrado y hermético, y yo creo que estoy en esa etapa en la que estoy abriéndome a nuevas opciones.
”Ahora, de hecho, a finales de noviembre o diciembre, cuando termine la gira, me voy a Los Ángeles, para hacer un disco que me está produciendo mi hija Ivana, que va a ser una experiencia maravillosa, porque va a haber mucho de música electrónica, también mucho de acústico; me está haciendo canciones muy bonitas; es una evolución que te va marcando hacia dónde quieres ir , y ahí estoy, en ese proceso de flotar mucho, para después meterme en una producción que me va a obligar a salirme un poco de mi ruta habitual.
La música electrónica tiene muchas posibilidades, a veces la gente la asocia a la música disco y rítmica, incluso el
Es una música que te permite sondear otros universos y hay que ser muy meticulosos con los sonidos, es un trabajo muy complicado hasta que encuentras el sonido exacto. Es un trabajo muy de laboratorio menos cuando aparece la melodía que a su vez es fundamental y el texto para que todo tenga sentido. Me gusta mucho como ella trabaja la música electrónica. Va a ser un trabajo muy mestizo con cosas acústicas importantes, pero siempre va a haber ese mundo al fondo.
Lo queremos sacar en el mes de febrero, terminarlo a finales de diciembre. La ventaja es que como es el estudio que tenemos en Los Ángeles, estamos en casa, entraremos, saldremos y haremos lo que queramos en el momento.
Eso es una maravilla; ojalá que puedan estar ellos en algún sitio en el disco, porque no solo son estupendos cantantes, pero tocan instrumentos también. Alma toca el violín y Neo toca la batería; a lo mejor en algún momento ellos puedan estar también.
Es importantísimo. El cariño de la gente es constante y tremendo en todas partes. Voy a un sitio y hay un señor limpiando los coches y me dice que le gusta mucho mi música, y le pregunto de dónde es y me dice que de República Dominicana. No sabes lo bonito que es tener gente de tantos países que te quieren y han compartido contigo. El cariño de la gente es un privilegio que pocos tienen.
Son giras que están atadas al concepto discográfico y no es así en mi caso. Las mías siempre van por la libre, tienen su proceso natural e intentó de hacer dos giras al año y luego alterno para meterme al teatro. Mis giras son más tranquilas porque entro en circuitos más pequeño en teatros y la verdad es que no me agoto, la verdad es que es un regenerador (ríe).
Es la evolución, la entrega, la sinceridad y la humildad de saber que estás ahí, siempre aprendiendo. Hay una cosa que es importantísima en el escenario y que es la comunión con el público; es como una relación de amor y amistad, como los amigos a los que realmente amamos, y eso es algo precioso que se consigue con los años de ser fiel y de no defraudar al amigo.
Es una reunión de amigos y es importante que ellos sepan que tú estás ahí y que ese día no es igual que otro. No puedes decir lo mismo cuando estás en Costa Rica que cuando estás en otro sitio, porque ya han pasado cosas que quieres compartir con ellos. Es una relación que he ido consiguiendo con el tiempo y hace que el escenario para mí sea como estar en casa. Yo salgo y es una tranquilidad y una entrega, sabiendo que no va a pasar nada malo y que todo va a ser bueno.
Sí, cuando yo hacía
Yo creo que la magia tiene que estar siempre en el escenario. En un porcentaje muy alto de mis presentaciones, siempre hay una magia y uno tiene la obligación de crearla; eres como una maga que coges a la gente de la manita y la vas llevando a través de los viajes de sentimientos, emociones y luces.
Para mí lo más importante de estar en el escenario es sentir que estoy como flotando y estás en un mundo que no tiene mucho que ver con las dimensiones habituales.
Sí, porque es un país al que quiero mucho y porque seguramente el año que viene voy a hacer teatro y a lo mejor tardo un par de años en volver, y me parecía estupendo aprovechar y poner el pie un día en Costa Rica y luego seguir el camino.