La banda Aerosmith tuvo un enérgico reencuentro anoche con el público costarricense, que le demostró con fuertes aplausos y gritos cuánto se les extrañaba por aquí.
A las 9:25 p. m. cayó el telón con el logo del grupo, que cubría el escenario y, de inmediato, la locura se apoderó de las miles de personas que abarrotaron el lugar.
Entre
Vestido con un sombrero, una camiseta y saco del mismo color, un pantalón color salmón y tenis deportivas, el cantante fue el centro de atención.
Uno de los temas más conocidos de su repertorio siguió elevando la energía en La Guácima: se trataba de
Luego de este tema, Tyler saludó al público con un “pura vida”, el cual fue contestado con gritos de la gente en todas las secciones.
Fue, sin duda, con la canción
Así, sin ningún disimulo, los fans habían esperado bastante tiempo y esta ocasión había que disfrutarla de principio a fin.
La gente levantaba sus manos y coreaba la estrofa de la canción, mientras Tyler le imprimía el tono dramático a la canción.
El baterista Joey Krammer dio una muestra de su talento haciendo un solo con su instrumento que fue celebrado por la multitud y tras el cual lanzó sus bolillos a quienes se ubicaban en el sector diamante y que lucharon por dejarse semejante recuerdo.
Tras esto, Steven Tyler recuperó el protagonismo al cantar como solo él lo sabe hacer
Llegó el turno del guitarrista Joe Perry de tomar el centro del escenario. Él relató, con ayuda de una traductora, como la gente siempre le dice que ha logrado ganarle cuando juegan
Uno de los momentos de mayor éxtasis de la noche fue cuando empezaron a sonar las notas de
Una vez finalizada su actuación comenzó un pequeño juego de pólvora, mientras el grupo desaparecía del escenario sin hacer una gran despedida, lo cual contrató con el resto de la actuación del grupo, ya que Tyler tiró dos armónicas, su sombrero y su sacó a la gente, además de interactuar con ellos en múltiples ocasiones.
Mientras el concierto de Aerosmith comenzaba a convertirse en el recuerdo de una "dulce emoción", empezaba la tortura para miles de personas que trataban de volver a casa. Las presas de varias horas de duración marcaron el final del concierto, mientras los oficiales de tránsito brillaron por su ausencia, al menos en los sectores más cercanos a la salida del lugar.
Según varios comentarios de lectores de La Nación y en redes sociales, muchas personas aseguran que hicieron la excepción de volver a La Guácima por tratarse Aerosmith, sin embargo, se quejaron de la logística alrededor de la salida del lugar.
Según el reporte oficial de Tropix II, había unas 26.000 personas anoche en el concierto de Aerosmith, lo cual se acerca a la convocatoria hecha en el pasado por el Festival Imperial.
Antes del
La gente respetó el minuto de silencio, para luego prepararse para recibir a Gandhi y, por supuesto, a Aerosmith.