¡Prepárese para morirse de la risa! Refugio y Paquita, el padre Taylor y Agapito, Galleta y Quejidos, Tin Malín y Do Pingüé, Ilse y Teofilina, Digna y Amparo, Cesáreo y Matricio y, por supuesto, Franklin Vargas y Rolando Carmona; volverán a provocar las carcajadas en la radio.
Después de casi 10 años, la gran dupla del humor costarricense vuelve a trabajar en conjunto. La emisora Omega logró el reencuentro de Vargas y Carmona quienes compartirán micrófonos en el programa El Manicomio de la Risa, mismo que hace 20 años vio nacer al famoso dúo.
El gran día para escuchar de nuevo a Franklin y Rolando será el lunes 3 de mayo, en el espacio que se transmite de lunes a viernes de 6 a 9 a. m. por Omega (105.1 FM). Ambos humoristas están que no caben de la felicidad, porque para nadie es un secreto el cariño, respeto y la buena química artística que forjaron durante la década en que laboraron juntos.
Franklin y Rolando nacieron como pareja de comediantes en Omega y luego su espectáculo lo llevaron a la televisión, específicamente a canal 2 y canal 7. Además, los humoristas realizaron giras por todo el territorio nacional, en las que terminaron de echarse al público a la bolsa con su humor cargado de chistes y caracterizaciones.
Sin embargo, en el 2012 Franklin y Rolando tomaron rumbos separados. Trabajaron por aparte en otras emisoras radiales y también hicieron algunas apariciones en televisión. En el 2017 le dijeron a La Nación que no descartaban volver a sus andadas en colaboración, pero que había que esperar el momento correcto y ya llegó.
Ahora, emocionados por la oportunidad de revivir su pequeña sociedad, Carmona y Vargas prometen que darán todo de ellos para que el público sea feliz con sus ocurrencias.
“Estoy muy contento. Hicimos cosas muy buenas cuando estuvimos juntos. La verdad llegamos a marcar una diferencia con nuestro estilo de hacer personajes en pareja. Ahora hay otras generaciones más nuevas con las que posiblemente vamos a compartir, va a ser muy interesante. A Omega le guardo mucho cariño a pesar de estar tantos años fuera”, comentó Vargas.
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Por su parte, Carmona también expresó la emoción que siente de empezar una nueva etapa con su compañero.
“Sé que esto es una bomba. En algún momento, para el aniversario del Manicomio (20 años), hicimos un programa juntos y la redes sociales reventaron, la gente estaba como loca. Esta será una fusión entre la experiencia nuestra, más la experiencia de los nuevos muchachos de los diferentes programas humorísticos de Omega. Se une lo bueno que traíamos con lo bueno que hay ahorita, de esa fusión solo pueden salir cosas buenas”, aseveró Carmona.
Rolando había regresado hace un tiempo al Manicomio de la risa, en el que comparte con los humoristas José Kawas, Daniel Montoya, Ariel Artavia, Ronny Zelaya, Francisco Blanco y Emeterio; además con el locutor Irán Blanco.
De lo mejor, lo mejor
En esta nueva etapa del Manicomio de la Risa, Franklin y Rolando prometen recordarle a la audiencia los buenos momentos de antaño, pero también desarrollarán una perspectiva humorística basada en la realidad actual.
“Vamos a darle a la gente una pincelada de lo que escuchó antes, de las bromas que tanto les gustó. Para muchos es imperdonable que no les contemos los chistes que los hicieron reír o no hacer los personajes que tanto disfrutaron”, explicó Carmona.
“Yo estoy muy contento y a Rolando lo siento igual. Creo que va a ser un éxito porque la gente que se ha dado cuenta del reencuentro me ha mostrado su cariño. El humor va a ser el mismo con el que nos dimos a conocer hace 20 años, pero actualizándonos para no caer en lo rutinario”, agregó Vargas.
La química que existe entre ambos humoristas es una de las fortalezas más importantes que tienen. Se conocen tan bien que uno sabe lo que el otro piensa antes de decirlo, terminan los chistes improvisados con mucha facilidad y se complementan a la perfección en sus personajes. Esa fórmula no se logra de la noche a la mañana ni tampoco con cualquier persona, ambos saben que juntos tienen algo especial.
“Es algo increíble. Rolando y yo tenemos una química que no cualquiera logra, cuando él va a decir algo yo ya sé qué responderle y viceversa. Dios nos dio la dicha de poder improvisar en esto del humor, somos como un matrimonio de la comedia. Tenemos esa particularidad de que nos enganchamos a la perfección, es una gran bendición”, dijo Vargas.
“Si en algún momento el público sintió que había química, ahora más porque tuvimos tiempo para reflexionar lo que significa uno en la vida del otro. Le he dicho a Franklin que le agradezco mucho porque a pesar de que tengo un talento, sin él no hubiera llegado donde estoy, él también lo reconoce”, expresó Carmona.
Ambos concuerdan que durante los años que trabajaron por separado, el pan de cada día era la gente preguntándoles cuándo iba a ser el reencuentro. Esas muestras de cariño por parte del público también fueron parte de la motivación para regresar.
Ahora, los humoristas bromean diciendo que, por haber pasado los años, ya no tendrán que pintarse las arrugas para caracterizar a Cesáreo y Matricio. Tienen claro que llegaron las canas, pero también más experiencias para divertir a los demás, porque provocar risas es una de las profesiones más serias que hay.
Anécdotas del tiempo
Definitivamente Rolando y Franklin (junto al locutor Carlos Álvarez), impusieron un estilo diferente de comedia en el país. Ellos se aventuraron hace 20 años a darle al público un espacio de entretenimiento matutino diario en medio de las noticias, muchas veces negativas. Esa idea les permitió ganarse un lugar especial en el corazón de sus seguidores.
“Estamos muy emocionados por este reencuentro, tanto como cuando empezamos hace años y llegamos a cambiar el estereotipo de las noticias por la mañana, de cambiar las malas por las buenas. En aquel momento fue un éxito a otro nivel, recuerdo que los medios nos llegaron a catalogar como un ‘monstruo indescriptible’ porque muchísimas personas estaban pegadas a la radio escuchándonos”, recordó Rolando.
Sin embargo, por cuestiones de la vida, Rolando y Franklin no siguieron con el proyecto. No fue porque se pelearon, aseguraron ambos, pues mucho se rumuró sobre la sorpresiva separación.
Posteriormente siguieron con sus trabajos en solitario, siempre con éxito, pero guardando el respeto entre ellos y sus personajes.
Los humoristas concuerdan en que, lo que más agradecen de su trabajo, es el cariño que durante tantos años les ha mostrado la gente. En esa línea, ambos recordaron dos anécdotas muy curiosas protagonizadas por dos personas con muchísima diferencia de edad.
“Una vez un señor como de 60 años me paró en la calle y me dijo que quería hablar conmigo desde hacía mucho tiempo. Me dijo que yo no sabía el daño que le había hecho a Costa Rica, me lo dijo con lágrimas. Yo le pregunté que cuál daño había hecho, él me contestó que la separación de Franklin porque nosotros le dábamos mucha alegría al país”, contó Rolando.
Por su parte, Vargas contó la historia de una fan muy pequeñina.
“Yo por dicha tengo mucho público infantil. Para contarle algo bonito, siempre paso por una casa y a menudo hay una niña que debe de tener unos siete años, cuando me ve pasar me grita por la malla: ‘¡Mi sangre!’, que es un dicho de Galleta. Yo a veces me parqueo y me quedo conversando con ella, los papás se han hecho amigos míos y me contaron que la niña me oyó en las transmisiones de los toros y que ellos le contaron quién era yo. Siempre le hablo como el personaje y ella solo risas”, narró Vargas.
Por tales historias, es que los comediantes agradecen a la vida la oportunidad del reencuentro.
“Lo estamos haciendo (volver a trabajar juntos) porque Dios es bueno. Le estamos devolviendo al público un poquito del enorme apoyo que nos han dado a los dos en nuestras carreras humorísticas por más de 20 años. Ahora, siendo viejitos, queremos seguirles provocando sonrisas”, concluyó Carmona.
Un fiestón
Este lunes, a las 8 p. m., todo el elenco de humoristas de Omega se reunirá para festejar el Día Internacional del Humor y de paso darle la bienvenida oficial al equipo a Franklin Vargas.
Habrá una transmisión virtual con la participación de los comediantes por medio de las redes sociales de Omega, El Manicomio de la Risa y la Risa se pega, además se podrá ver por el canal de cable IQ Channel.
Péguese a la radio porque las risas están aseguradas. Vargas y Carmona, sin duda, están maquilando un huracán divertidas y ocurrentes sorpresas.