Hillary Sánchez Cantillo, la recién coronada Señorita San José, abraza orgullosa su presente, pero sin olvidar su pasado, uno en el que vivió bajo una nube negra. A sus 24 años, ella asegura que “más allá que una cara bonita” es una mujer que representa a sus congéneres resilientes, esas que si caen, se levantan. Asimismo, desea ser esa voz y apoyo para quienes necesitan un salvavidas, como ese que la rescató a ella.
La estudiante de la licenciatura en enfermería y quien trabaja como asistente de pacientes, conversó con La Nación y narró su historia. Cuenta que por muchos años sufrió el desprecio de otros estudiantes en la escuela y el colegio y que eso la llevó a “estar deprimida y sufrir ataques de ansiedad”.
Su altura y pecas eran criticadas y, por años, dice que sufrió el rechazo de los demás en sus centros de estudios. En su niñez contó con acompañamiento psicológico.
“Recibí ayuda por el rechazo que sufría. Me daba miedo ir a la escuela por mis compañeros. En mi adolescencia pasé por depresión. Todo lo que me decían generó inseguridades, empecé a esconderme, perdí el interés en mis sueños por el miedo de lo que otras personas pudieran pensar. Empecé a consumirme en una nube negra”, lamentó.
Sentirse despreciada por las demás personas y vivir con miedo al rechazo, marcaron tanto a Hillary que empezó a sentir que ya nada tenía sentido.
“Deseé en algún momento no vivir. Decís, si no encajo en la sociedad, qué estoy haciendo. Llegó el momento en el que dije que no estaba en este mundo para seguir un patrón ni tomar las decisiones que todo el mundo toma. Estoy aquí para cumplir lo que Hillary tiene en su corazón”, comentó.
Fue a los 17 años, cuando falleció su padrastro y figura paterna, que Hillary empezó un cambio en su vida, siempre apoyada en su mamá, Jeimmy Cantillo. La joven valoró su esencia y dejó de preocuparse por las palabras de los demás.
Su madre le pidió apoyo para juntas salir adelante en ese tiempo difícil para la familia. Hillary se dijo así misma: “si mi mamá es fuerte, yo también lo soy”
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“Había perdido mi esencia, quería perder la vida porque no me sentía segura con lo que era. Buscaba que las personas me aceptaran. Finalmente, todo cambió y Dios fue fundamental en este cambio. Empecé a creer en mí y a recuperar aquello que me hacía feliz. Hoy por hoy soy la señorita San José y me siento muy orgullosa, feliz y segura. Soy una mujer perseverante, resiliente y que aunque he caído, aquí sigo avanzando fuerte y valiente”.
Hoy, como reina de belleza y apoyada en su historia de vida, Hillary planea ser una reina que no solo porte su corona y banda: quiere representar a las mujeres reales y “servirle al mundo”.
“Elegí estudiar enfermería porque en el mundo hace falta la bondad y el amor. No estoy aquí por un estereotipo físico. Hay algo más allá. Tengo mucho por demostrar. Quiero que muchas mujeres no piensen que lo físico lo es todo en la vida: los sentimientos son lo que permanecerá hasta el último día de nuestras vidas”.
En entrevista con La Nación, Hillary Sánchez habló de sus propósitos como reina de la capital.
-¿Qué representa ser Señorita San José? ¿Cómo llega este título a variar su vida?
Estoy sumamente orgullosa de representar a todos los josefinos. Esto llega cambiar mi vida: seré voz de muchas mujeres, algo que busqué hacer hace mucho tiempo. La plataforma me permitirá desarrollarme y dar apoyo y amor cálido a personas que lo necesitan.
“Quiero que sepan que pueden contar con una reina no solo de corona y banda, sino una reina que estará unida con las personas”.
-¿A qué personas se refiere?
Sé que hay muchas personas que me necesitan. También quiero apoyar a las personas en situación de calle. En San José hay muchas personas (que viven así), quiero enfocarme en ellos, darles un poquito de tranquilidad, más en esta época.
-¿Cómo quisiera ayudarles?
Siempre lo digo: necesito un equipo con amor, bondadoso, sé que la municipalidad de San José tiene estas características y que me van a ayudar. Buscaremos centros de atención que me apoyen para que estas personas puedan descansar en el lugar cuando lo deseen, pues entiendo que es complicado que se queden allí, pues hay quienes prefieren salir a la calle. La idea también es hacer actividades para que ellas puedan tener tres comidas al día, además de darles abrigo.
-¿Cuál es su principal misión en este reinado, que desde el principio se anunció que sería con propósito?
Tengo dos misiones. Trabajar con personas en situación de calle y velar por la seguridad de mi cantón.
-¿Qué es lo que más la ilusiona de ser protagonista en los festejos josefinos de fin de año?
Creo que voy a representar muy bien a todos los josefinos. Es una fiesta de mucha alegría. Es tiempo de dejar lo malo a un lado y poder disfrutar de los nuestros; mi familia va a estar ahí. Me entusiasma poder conocer a nuevas personas y aportar a toda la comunidad.
-¿Qué puede esperar San José de su reinado?
Estoy segura de que tendrán una reina con propósito, una reina que va a ser soporte y bastón de ayuda, una reina que no solo es cara bonita, sino que va a demostrar que hay algo más allá de lo lindo. Una reina que escucha propuestas y que quiere ser escuchada. Estoy dispuesta a cumplir con las tareas y objetivos que se me asignen.
-Ahora que inició este camino como reina, ¿cuáles son sus planes a futuro?
Quiero en algunos años tener mi propia fundación, la cual se llamará ‘Salvavidas’. Muchas personas me han salvado la mía: principalmente Dios, mi mamá, muchas personas buenas que se unieron para ayudarme. Anhelo ‘salvarle la vida’ a muchos niños, jóvenes y adultos que la pasan mal, que no han tenido paz en su vida. Primero empezaremos ayudándolos de manera espiritual, si estás bien espiritualmente vas a estar bien en todos los aspectos de la vida.
-Hablando personalmente, ¿cuál es su propósito de vida?
Seguir siendo una mujer resiliente, que avanza. He aprendido que por más veces que caemos, nos levantamos. Tenemos fuerza para poder luchar de nuevo. Hay un nuevo día. Hay que ponerle punto final a las historias que nos han dolido y dañado, esas que nos han hecho caer. Estoy aquí para seguir escribiendo mi historia y cumplir lo que mi corazón quiere. Ahorita lo estoy haciendo.