La Señora Costa Rica, Adriana Aguilar, realiza los últimos esfuerzos previos a su viaje a Estados Unidos, para participar en el certamen Señora Mundo, el próximo 15 de diciembre.
La reina de belleza de 30 años, participará en la competencia, tras casi dos años de espera. Aguilar ostenta el título nacional desde el 2010; sin embargo, Señora Mundo fue cancelado el año pasado, por primera vez en la historia, debido a problemas en Corea, el país anfitrión.
En medio de carreras, la costarricense, madre de una niña, compartió sus secretos para prepararse para la final del concurso, y habló sobre el difícil paso de entregar la corona.
Nos hemos estado preparando muy bien. Estamos en el gimnasio con un instructor. También estoy en clases de inducción con Silvia Rodríguez, para aprender a cómo desenvolverme con otras personas en diferentes aspectos, y con Marisol Soto en etiqueta y protocolo. En Valesky estamos preparando los trajes, y luego en clases de pasarela con José Francisco González, y ultimando detalles con el traje típico, que es un diseño de él.
¡Ay, el gimnasio es lo más difícil! Mi día empieza a las 5 a. m. Hago mucho cardio y pesas; estamos con una rutina de dos horas, de lunes a viernes.
Sí, ahora al final entré en una dietita un poco estricta. Pocos carbohidratos, cero pastas, que es mi comida favorita, pero es un sacrificio que hay que hacer.
El tema es la princesa de Sámara: hace alusión a los mares y tesoros de nuestro país. Es una de las partes que hay que explotar de las bellezas de nuestro país, las hermosas playas que tenemos.
Fue un asuntito personal que me hizo tener la inquietud de inscribirme.
No, nunca. Yo digo que es como un sueño de toda niña, pero uno nunca se lo plantea cuando ya se es madre y mujer, no se piensa en realizarlo; pero fue una bendición que se me dio a mí, en un momento perfecto.
Es terrible (risas). El otro día llegué de clases de pasarela y ella ahí divina me dice: “Mami enseñame lo que aprendiste hoy”. Le agarra una inquietud increíble por aprender lo que yo traigo, pero creo que es parte de todo. Ella está superfeliz con la mamá.
Solo en uno la apoyaría.
Porque yo digo que lo que está para uno está para uno. Sí me gustaría apoyarla en el de Miss Costa Rica, nada más, que es un título nacional, y en los otros no, porque no tienen la misma credibilidad.
La ilusión de terminar un gran sueño... Mi hija, mi familia, que me está apoyando, y todas las personas que están detrás de mí.
Creo que resalta el valor de la mujer, de la señora que está en su casa. Porque, aunque estemos en la casita, no tenemos por qué estar olvidadas, seguimos siendo mujeres y grandes señoras.
Sí, llega a ser muy olvidada. Por ejemplo hay señoras que toman el papel de madre y esposa muy en serio, y olvidan el área de mujer. Uno nunca puede olvidar que a parte de ser esposa y madre, se es mujer.
Es no olvidarnos de nosotras. Cuando la persona se casa, piensa que adquiere un título de esposa totalmente dedicada a su esposo, o de madre totalmente dedicada a sus hijos, o de ama de casa totalmente dedicada a su hogar, y no es así. Seguimos siendo mujeres profesionales, que nos podemos desenvolver en cualquier ámbito.
Es una bendición. Yo estoy como muy hallada con el asunto, me siento muy bien, pero bueno como tuve la oportunidad de tenerla... Será un honor ponerla en buenas manos.
Yo tengo un lema que gobierna mi vida, soy una persona muy creyente en Dios, y sí me agarró mucho de que yo estoy segura de que estoy donde Dios quiere que esté....
”Tanto problema que ha habido, que un año iba a ser en Corea, luego en Japón, y a los días se viene el
”Han sucedido cosas que nunca han pasado antes, como cancelar un Señora Mundo el año pasado. Han habido cosas grandes y uno tiene que valorar que esas cosas no pasan por casualidad”.