Con una pluma precisa y lapidaria, el reconocido director de cine Pedro Almodóvar escribió una crónica refiriéndose a la polémica que sucedió el pasado domingo 27 de marzo, en la entrega de los premios Óscar 2002.
Luego de la bofetada que Will Smith le propinó a Chris Rock durante la gala, que asombró y conmocionó a todo el ambiente de Hollywood, el cineasta español admitió que el acto le generó un “absoluto rechazo”.
En una crónica que escribió para el medio El diario, Almodóvar reveló que él estaba muy cerca del lugar donde ocurrió la secuencia. “En los planos generales picados yo soy la cabecita blanca que se ve en la foto”, sostuvo. “No se defiende ni protege a la familia a base de golpes, y no, el demonio no se aprovecha de los momentos culminantes para hacer de las suyas”, reflexionó.

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Respecto del primer sentimiento que le provocó el momento en el que Will Smith golpeó al reconocido presentador, a raíz de un chiste que hizo sobre la alopecia de su esposa, Jada Pinkett Smith, comentó: “Me produce una sensación de absoluto rechazo lo que vi y lo que oí”.
Por otro lado, el cineasta se refirió al discurso que otorgó Smith luego del polémico momento, considerándolo que le pareció igual que “el de un predicador”, pues le disgustó que sus palabras no coincidieran con sus actos.
En ese marco, Almodóvar hizo foco en el consejo que Denzel Washington le hizo a Will: “Ten cuidado. En tu momento más alto es cuando el diablo viene por vos”, le había dicho. Respecto a eso, el director opinó: “El demonio, de hecho, no existe”.

Seguido a esa frase, Almodóvar reflexionó sobre el debate que, tras la polémica, se desató en las redes sociales: “Fue un discurso fundamentalista que no debimos escuchar ni ver. Algunos agradecen que fue el único momento real de la ceremonia, se refieren a ese monstruo sin cara que son las redes sociales”. En ese sentido, opinó que “para ellos, ávidos de carroña, fue sin duda el gran momento de la noche”.