Dice la historia que antes de los payasos existieron los bufones. Mientras que los primeros solían ser ingenuos y bienintencionados, los bufones se escondían entre la ironía y la genialidad.
El bufón se popularizó en la Edad Media y el Renacimiento de Europa, y con el tiempo ganó protagonismo porque eran los únicos que podían criticar al rey, a quien servían.
Con humor ácido, el bufón se burlaba de las situaciones cotidianas, aconsejaba, criticaba, cuestionaba y restregaba las miserias humanas a quien lo mirara. Era un lobo en piel de oveja.
Hombres o mujeres, en su mayoría niños, enanos o con deformaciones físicas grotescas eran comúnmente quienes se ponían las ropas de bufón.
Gracias a sus habilidades cómicas, a sus capacidades actorales y a sus destrezas acrobáticas, estos personajes ocuparon en el pasado una posición de privilegio entre los reyes o poderosos.
Así “dibuja” la historia a los bufones, y de la misma manera se retratan en la actualidad las parodias alusivas a ellos.
Precisamente, el Parque Diversiones partió de esas características para crear a Galba, un malvado e inhumano bufón que se aprovechará de su genialidad para orquestar su plan más macabro hasta ahora.
Escondido entre pintorescos trajes, excéntrico maquillaje y singulares sombreros con campanas en cada extremo, Galba disfrazará su simpatía para atraer curiosos a su feria, donde el humor mundano y desinhibido se convertirá en miedo y terror.
El personaje es el protagonista de Bufonía... La feria de Galba, la casa de sustos que estrenará el Parque Diversiones este viernes 29 de junio y que mantendrá habilitada hasta el domingo 15 de julio.
El predilecto
La atracción resume la vida de Galba, el bufón más preciado de un rey que, en la fantasía, existió muchos siglos atrás, quien fichaba a los mejores bufones del mundo.
Tal gracia causaba la presencia de estos bufones en el castillo, que los cortesanos viajaban hasta ese sitio solo para disfrutar de sus trucos y ocurrencias.
Pero un día el rey conoció lo inesperado: Galba, su querido bufón, ideaba un plan con los otros bufones, arlequines y engendros para raptar a la reina.
En el castillo, las risas se apagaron y la furia se apoderó de la fortaleza cuando el rey desterró a todos los bufones para asegurar a su amada.
Condenados a vagar por los bosques, Galba y los otros bufones forjaron su propio reino y con la ayuda de poderes malignos y el odio que sentían hacia la monarquía imperante, levantaron su propio reinado: un escalofriante castillo fantasma.
El fortín se alimenta de fenómenos despiadados, siniestros y sin alma que Galba, apasionadamente, recolecta; fenómenos que le arrebatarán el aliento a quienes se atrevan a entrar a descubrirlos.
¿Se arriesga a conocerlos?
Susanne Carazo, jefe de boleterías del Parque Diversiones, explicó que tres de esos fenómenos que se manifiestan en el castillo de Galba fueron seleccionados por el público, mediante una dinámica de votación electrónica que realizó el parque semanas atrás.
El público eligió a Bebeth, Zazel y Van Mortis. Bebeth, la infanta de La feria de Galba, es una niña de dos años a quien sus padres abandonaron en las calles de El Salvador. La pequeña siempre viste de blanco y se caracteriza porque sus ojos son 100 por ciento negros y por tener una deformación en su mano derecha en la que siempre carga un peluche.
Zazel, el mago de La feria de Galba, se crió en París entre lujos y comodidades. Con el tiempo él comenzó a guardar en su armario cuchillos, navajas y objetos punzocortantes con los que inició a practicar tenebrosos actos de magia.
Finalmente, está Van Mortis, el domador de La feria de Galba, originario de Siberia, desolado, frío y siempre rodeado de criaturas feroces.
De cerca
Los otros fenómenos deberán descubrirlos los huéspedes al mismo tiempo en que avanzan por los 14 cuartos y los 280 metros de recorrido aproximado de la terrorífica feria de Galba.
Según la vocera del Parque Diversiones, cada grupo de seis personas que ingrese al recinto tardará de 8 a 12 minutos en completar la horrorosa visita.
“Es una experiencia retadora, que va a llevar al máximo las emociones de las personas. Si bien, en esta oportunidad los huéspedes no deberán resolver tareas, sí es una casa de destrezas porque hay pasillos y cuartos con dificultad para recorrer; pero, sin duda, el primer reto es atreverse a ingresar”, comentó Susanne Carazo.
Bufonía... La feria de Galba es la primera casa de sustos que el parque crea con bufones como protagonistas. La concepción del proyecto inició un año atrás y estuvo a cargo de un comité artístico del Parque Diversiones.
En la escalofriante atracción participan cerca de 20 actores quienes recrearán a los bufones y demás personajes que habitan el castillo de Galba.
El espacio estará ambientado con música y efectos especiales que llevarán al clímax de la zozobra a los osados visitantes.
“Estamos muy contentos con el desarrollo del proyecto. Creemos que será exitoso y que los huéspedes lo disfrutarán”, refirió Carazo sobre las expectativas del Parque hacia la atracción temporal.
Debido a las sensaciones que experimentarán los visitantes, Bufonía... La feria de Galba tiene restricciones de acceso.
La atracción está diseñada para personas con una estatura igual o superior a los 1.30 metros y los niños necesariamente deben ingresar con un adulto.
Además, el acceso a la casa de sustos está denegado a personas que sufran enfermedades cardíacas, operadas en los últimos tres meses, mujeres en estado de embarazo, personas enyesadas o que sufran de vértigo, claustrofobia, presión alta, entre otros.
Asimismo, Bufonía... La feria de Galba es una estructura que cuenta con un circuito cerrado de vigilancia con 36 cámaras y cinco puertas que se comunican directamente con las salidas de emergencia del recinto. “Es un lugar seguro”, subrayó Carazo.
La atracción está abierta al público a partir de las 11 a. m. de este viernes y solo se podrá ingresar a ella con el Pase Especial del Parque Diversiones, cuyo precio es de ¢8.400. Si adquiere el Pase Rápido, que le da preferencia en las filas de las atracciones del parque, tome en cuenta que para la casa de sustos el beneficio no aplica.
¿Se atreve a sortear sus miedos y temores más recónditos? Galba lo invita a conocer su despiadado mundo.
Dice la historia que antes de los payasos existieron los bufones.