No poseen las Gemas del Infinito, pero sí un poder especial que los hace fuertes en el salvaje universo hollywoodense. Como una especie de Gemelos Fantásticos, que activan sus talentos cada vez que quieren, los hermanos Russo son paladines del cine, luchando día a día por conquistar las exigencias de las butacas.
Anthony es el mayor y, casualmente, este lunes cumple 50 años. Joe es el que le sigue, con apenas un año de diferencia entre ambos. Nacieron a principios de los años 70, en Cleveland, y aunque confiesan que de chiquillos a ambos les encantaban las historietas, jamás se imaginaron dirigiendo las cintas de superhéroes más trascendentes de la historia: Avengers: Infinity War (2018) y Avengers: Endgame (2019).
Sobre todo liderando Endgame, la película que le pasó por encima a Avatar (1997) para convertirse en la cinta más taquillera de las historia del cine. El filme recaudó, de forma impresionante, $2.797 millones en todo el mundo.
Lo cierto es que, hoy día, los Russo- por el histórico récord monetario de Endgame, las buenas criticas obtenidas y una filmografía destacada que ya suma ocho películas y varias series de televisión-, se pasean por la meca del cine pavoneándose con orgullo. Son reconocidos por propios y extraños, hacen el cine que desean y sus opiniones comienzan a tener un gran peso en la industria.
En esa línea podría decirse que los Russo están estrenando vida, porque su carrera no siempre fue un lecho de rosas. El dúo sufrió para alcanzar la cima.
Jóvenes soñadores
Hijos de un abogado y una jueza, nadie hubiese pensado que Anthony y Joe iban a escapar por completo del mundo de las leyes. Desde su adolescencia mostraron interés por el mundo audiovisual, sellando más temprano que tarde su pacto con el mundo del entretenimiento y la creación artística.
Juntos, como han estado siempre, los Russo hicieron el colegio y también los estudios superiores. Específicamente estudiaron en la Universidad Case Western Reserve, un lugar donde Anthony y Joe confirmaron que les apasionaba el cine, pero no sabían nada de cómo entrar en la industria.
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Cuenta la revista Looper.com, que fue un libro el que sacó a los hermanos del letargo. Se trató de un escrito de Robert Rodríguez, en el que abordaba el tema del cine independiente.
“Robert Rodríguez sacó ese libro Rebel Without a Crew, sobre cómo él filmó El Mariachi y que es posible hacer una película por $7.000 dólares. Lo leímos”, reveló Anthony a Looper.
“Entonces se nos encendió el bombillo y pensamos, intentemos hacer una película”, agregó el cineasta.
Dicho y hecho, antes de terminar la universidad, los hermanos echaron mano a préstamos y tarjetas de crédito para echar a andar Pieces (1997), su primera película. Fue una producción hecha con las uñas, donde amigos, familiares y el propio Joe trabajaron como actores para ahorrar costos.
Pieces, para los curiosos, es un thriller policíaco donde la ley persigue a tres hermanos, quienes operan una clínica de pelucas como fachada de actividades ilegales.
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Después de muchos esfuerzos la película logró terminarse, todo bien, hasta que los hermanos tuvieron que poner los pies sobre la tierra y hacerse una pregunta incómoda: “¿dónde la vamos a exhibir?”.
Cuenta la revista Looper que los hermanos pagaron para que la película tuviera participación en el Festival Internacional de Cine de Manhattan. Era su esperanza.
“Aunque la mayoría de la audiencia se fue antes de que terminara la película, un hombre llamado John Fitzgerald se acercó a Anthony después de la proyección. Fitzgerald les dijo que fue uno de los fundadores del Festival de Cine Slamdance en Park City, Utah, y alentó a los hermanos a enviar su película”, detalla la publicación.
¡Lo hicieron! La cinta fue aceptada en Slamdance, la proyectaron y bueno... nadie se interesó. Al menos no de momento.
Días después, Joe recibió una llamada de nada más y nada menos que Steven Soderbergh, que impresionado con su trabajo les ofreció dirigir y escribir Welcome to Collinwood (2002), un proyecto que producía con figuras como Sam Rockwell y George Clooney en el elenco.
Welcome to Collinwood (2002), sin duda, fue el impulso con el que soñaron los hermanos. Desde entonces nada los detendría.
Consolidándose.
Después de Welcome to Collinwood, una comedia negra sobre una pandilla de ladronzuelos planeando el golpe perfecto, los Russo vieron en la televisión su salto a la fama.
En el 2003 fueron contratados para dirigir el episodio piloto de la serie Lucky y, más tarde, dirigieron el episodio piloto de Arrested Development, de la cadena Fox, por el que posteriormente ganaron un Emmy.
Por si fuera poco, en 2007 participaron como productores y directores de la serie de la cadena ABC Carpoolers; así como de las primeras cinco temporadas de la serie Community (2009-2015) y de Happy Endings (2011-2012).
Triunfar en el cine, sin embargo, tardó un tanto más. En el 2006, los Russo dirigieron la comedia fílmica You, Me and Dupree, con Owen Wilson, Kate Hudson, Michael Douglas y Seth Rogen en el elenco.
You, Me and Dupree parecía que podía ser su despegue en las grandes ligas, pero la crítica terminó destrozando la película.
“Una buena idea mal ejecutada”, resumió USA Today sobre el filme.
Luego produjeron una cinta que ni fu ni fa, Crashing (2007), ocho años antes de enrolarse para siempre con el universo Marvel y sus queridos superhéroes.
¡Hola Capitán!
Nunca lo hubieran imaginado, pero fue la serie Community -de la que Kevin Feige, cabeza ejecutiva de Marvel, era fanático-, la que terminó por enrolar a los hermanos Russo con el universo cinematográfico de Marvel.
“Estábamos trabajando en la tercera temporada de la serie cuando nuestro agente nos llamó para decirnos que Kevin Feige quería hablar con nosotros”, recordó Joe en The Hollywood Reporter.
“Quería saber si nosotros nos reuniríamos para hablar de la siguiente película de Capitán América. Creo que Kevin había visto el episodio de paintball que hicimos en Community y pensó, estos tipos deberían dirigir películas de acción”, bromeó el cineasta.
Según Anthony, elucubrando el porqué Kevin se interesó en ellos, Marvel suele contratar a directores que no proceden de géneros de acción, por lo que ellos calzaban en la ecuación.
“Una de las cosas que Marvel hace es pensar con originalidad, pasando de Ang Lee dirigiendo la primera cinta de Hulk, y lo mismo con Jon Favreau con Iron Man y Kenneth Branagh con Thor. Les gusta salirse del género. Es algo muy inteligente lo que hacen y es una forma de mantenerse al día con el público", expresó Anthony.
Al final, sin dudarlo, los Russo terminaron dirigiendo Capitán América: soldado del invierno (2014), abriendo una puerta gloriosa en su carrera.
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“Nos enamoramos del guion y verdaderamente queríamos hacer esta película. Así que fuimos tras ella con firmeza y acabamos consiguiéndola”, finalizó Anthony.
Capitán América: soldado del invierno encantó a la critica y a la audiencia, por lo que no fue raro que los volvieran a contratar para dirigir Capitán América: Guerra Civil (2016), otra cinta en la que brillaron al frente del proyecto.
“Gloria a los hermanos Russo, Joe y Anthony, por dirigir las hostilidades con el máximo impacto y sin abandonar a los personajes. Su atronadora épica también es inteligente, enérgica”, destacó The Hollywood Reporter sobre una de las mejores cintas de Marvel.
Ante tantos halagos, lo de su contratación para Infinity Wars y Endgame era un paso lógico.
“El alcance y tamaño de esta películas no tiene rival y creo que la única forma en que se pudo haber hecho de esta manera, fue en las manos de los hermanos Russo”, expresó Feige.
“Con Endgame queríamos hacer un gran final, que no solo tuviese el espectáculo digno de su antecesora, sino que también tuviera las secuencias, las escenas y las interacciones que solo podrían hacer Joe y Anthony. Ellos eran los únicos capaces de manejar todos estos personajes y hacer una historia que valiera la pena. Que rindiera un homenaje a cada una de las películas anteriores, pero al mismo tiempo, mostrar el futuro de la franquicia”, agregó la cabeza de Marvel.
Manejando el poder
No se equivocó Feige. Los Russo engrandecieron el final de Los Vengadores, al punto de hacerlo un hit sin precedentes en todo el mundo.
Además, por añadidura, el éxito dotó a los hermanos de un reconocimiento internacional que superó todas sus expectativas. No dudan en afirmar que Marvel y Los Vengadores les transfirieron un gran poder, que no escatimarán en utilizar en la pantalla grande.
“Es una herramienta extremadamente poderosa, más poderosa de lo que nos damos cuenta”, comentó Joe a la AFP, en una entrevista concedida en el festival internacional de Cine de Toronto.
“Puede ser usada de una manera positiva o negativa”, agregó.
Los hermanos, como es lógico, se refieren a lo que harán con su cine después de Marvel. Así como plantearon sus inquietudes políticas y personales en los filmes del Capitán América, los Russo ahora se alistan para hacerlas más latentes, en un intento de hallar justicia y raciocinio en medio de tormentas diplomáticas.
En Toronto, por ejemplo, los Russo presentaron el filme Mosul, en el que figuran como productores.
Mosul dramatiza la verdadera historia de la policía de élite de la provincia iraquí de Nínive, que lucha por recuperar su ciudad natal del yugo del grupo Estado Islámico.
El thriller de acción, inspirado en un artículo de The New Yorker, se cuenta completamente desde la perspectiva de los iraquíes y es hablado en árabe, como una gran novedad para Hollywood.
También trabajan en Dhaka, una película sobre el secuestro de un hombre de negocios de Bangladés, así como también en la adaptación del animé japonés Fuerza G.
Es la política internacional, sin duda, el hilo conductor de los próximos proyectos, que incluyen también una película sobre la epidemia de opioides en Ohio, su estado natal.
“Vivimos en una época en la que hay mucha división, división que está siendo promovida. Puedes estar pendiente de ti mismo o de tu comunidad, y elegimos la comunidad” expresó Joe.
Sin nombrar a ningún político directamente, los Russo dijeron que sería “genial” que el actual gobierno de Estados Unidos viera Mosul, pues les podría hacer reflexionar.
“Claramente hay una gran culpabilidad por parte de Estados Unidos por la creación del problema en Irak, y él es un resultado directo de la guerra allí”, finalizó Joe.
En el camino vendrá también Cherry, un drama criminal en posproducción que se espera llegue a los cines en el 2021.
¿Y de Marvel?...Pues tal parece que Joe y Anthony han dado por cerrado el capítulo. Eso sí, en un coloquio organizado por Collider los Russo dejaron pasar una luz de esperanza. En el evento les preguntaron si algo les haría cambiar de opinión y Joe contestó: “Nada que no sea Secret Wars", otra historia de cómic digna de contar. Ya veremos.