EscucharEn los últimos días los vecinos de Aguas Zarcas descubrieron que se desató una curiosa fiebre del oro en el río del mismo nombre, el cual sirve de límite entre los distritos de La Palmera y Aguas Zarcas, en San Carlos.
Según los lugareños, algunas personas aprovecharon que las recientes avalanchas dejaron al descubierto material rocoso que estaba enterrado, para meterse en algunas partes del río en busca de oro.
Sin embargo, lo que explican algunas fuentes consultadas en la zona, quienes prefieren reservarse la identidad, es que los nuevos expedicionistas están confundiendo el preciado metal con la pirita, otro mineral conocido como el “oro de los tontos”.
La pirita está constituida por sulfuro de hierro, pero es amarilla y brillante como el oro. Constituye una de las principales fuentes del hierro y se emplea principalmente en la fabricación del ácido sulfúrico. La pirita se conoce como ‘el oro de los tontos’ desde los tiempos de la Fiebre del Oro de California, en la década de los 40 del siglo XIX.
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Imagen de algunos curiosos que se acercan al río Aguas Zarcas en busca de "oro". (Foto suministrada: Edgar chinchilla)
Ahora los voceros de la Comisión Local de Emergencias sí hacen un llamado a los curiosos, a no acercarse al río, pues el flujo de lodo y palos puede continuar.
La zona está bajo vigilancia desde mediados del mes pasado, luego de que el 14 de julio se desató un enorme deslizamiento de unas 70 hectáreas desde el Parque Nacional Juan Castro Blanco. A su paso arrasó con locales comerciales y viviendas en Aguas Zarcas y las lluvias de los últimos días hacen prever que los movimientos de tierra persistan.
En el sitio hay mucho barro y recientemente incluso una persona quedó atascada en el fango y tuvo que ser rescatada, por lo que los nuevos coligalleros se exponen a una emergencia si se acercan al cauce.
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Días atrás una draga costeada por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) limpió el cauce del río Aguas Zarcas ante el riesgo de más avalanchas. (Roger Bolaños Vargas)
La Comisión Nacional de Emergencias y el municipio local trabajan ahora en un sistema de alerta temprana de riesgos. Por ejemplo, con ayuda de la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos (Coopelesca), pronto se colocará una torre con una sirena que se puede escuchar a tres kilómetros de distancia, para dar aviso si crece el cauce.
Colaboró Vanessa Loaiza.
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