De acuerdo con el neumólogo del Hospital San Juan de Dios, Mario Sibaja, el monóxido de carbono es un gas que tiene mucha afinidad con la hemoglobina de la sangre, la cual se encarga de llevar el oxígeno a los tejidos.
Cuando una persona está expuesta al monóxido de carbono, este sustituye al oxígeno en la hemoglobina y comienza a afectar órganos vitales como el corazón y el cerebro, pues no les llega el oxígeno que requieren para funcionar.
El especialista detalló que la piel de una persona afectada se torna rojiza o violácea, pues la hemoglobina es esencial para el color y, al estar afectada, la piel adquiere una coloración diferente.
Sibaja afirmó que el tiempo de exposición puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Exposiciones moderadas al gas pueden producir fuertes dolores de cabeza, debilidad, mareos, nauseas, vómitos, síncope, taquicardia y otros.
Mientras tanto, exposiciones graves pueden producir convulsiones, evacuación involuntaria, edema pulmonar, fallo respiratorio, estupor, pérdida del conocimiento, coma, colapso y muerte.
El pasado domingo, cuatro jóvenes (dos hombres y dos adolescentes) fueron encontrados muertos, en una cabina en Matina, Limón, al parecer asfixiados por el humo de un vehículo encendido.
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Para poder desprender este gas de la sangre, cuando la afectación es leve, se debe aplicar a los pacientes mascarillas de oxígeno con alta concentración, para que sus órganos vuelvan a recuperar las funciones.
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En casos graves, el paciente debe ingresar a una cámara hiperbárica, la cual suministra concentraciones elevadísimas de oxígeno para competir contra el monóxido que está en la hemoglobina.
Sin embargo, esas cámaras especializadas no están disponibles en todos los hospitales.
Las muertes por asfixia debido al monóxido de carbono no son muy frecuentes en Costa Rica, pero sí han ocurrido varios casos años atrás.
El 24 de agosto del 2015, una pareja apareció sin vida dentro de un carro en playa Escondida de Osa, luego de guardar dentro del carro el carbón que habían usado en una parrilla.
Como ese carbón quedó encendido, generó el monóxido de carbono que los intoxicó mientras dormían dentro del vehículo cerrado.
Las víctimas fueron identificadas como Jonathan Granados Ureña y Jeannette Fiorella Castro Flores, de 29 y 27 años respectivamente,
Otro caso fue el de una pareja que entró a un motel en Desamparados en el 2004. Como el carro tenía problemas de arranque, decidieron dejarlo encendido en el garaje de la habitación y eso les costó la vida al muchacho, de 21 años, de apellidos Valverde Chinchilla, y su novia, de 17, apellidada Vega.
Más recientemente, en julio del año pasado, una costarricense falleció en México cuando hubo una fuga de gas en el apartamento donde estaba.
La víctima fue Deidamia Alfaro Sánchez, de 57 años, quien realizaba su primer viaje a México. Esa vez, los médicos analizaron los pulmones de la fallecida y se percataron de que habían dejado de funcionar debido a una saturación de monóxido de carbono.
En caso de que las tres personas que la acompañaban hubieran permanecido diez minutos más en el sitio, habrían corrido con la misma suerte.
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FUENTE: Proyecto AprendEmergencias || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.