La Policía Judicial atrapó este viernes a un hombre que figura como el sospechoso de intentar matar a un rival, en la disputa por controlar la venta de droga en el Infiernillo de Alajuela.
El detenido, identificado con los apellidos Ledezma Solano, de 28 años, ordenó el crimen, pero cuando el gatillero estaba por ejecutar a la víctima, decidió que él mismo se encargaría del asesinato.
Michael Soto, subdirector a. i. del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), manifestó que los hechos que se investigan ocurrieron el 2 de marzo de este año en Turrúcares, cuando el ofendido, apellidado Quesada Guzmán (32 años), se encontraba en una casa de la zona.
"Quesada se encontraba junto a un conocido en una vivienda. En determinado momento un hombre de apellidos Amador Orozco ingresó, buscó una habitación y pateó la puerta, después puso al ofendido de rodillas y le apuntó con un arma de fuego en la cabeza.
"Llamó a Ledezma y le dijo que lo tenía listo para ejecutarlo cuando él diera la orden, pero este le dijo que se esperara porque él lo quería ejecutar personalmente", explicó Soto en conferencia de prensa.
Mientras Ledezma se desplazaba hasta Turrúcares, Quesada tuvo un forcejeo con Amador y huyó, por lo que fue herido a balazos en la espalda y en el codo izquierdo.
"Detenemos a Ledezma como autor intelectual de la tentativa de homicidio y, aunque se incursiona en la casa de Amador Orozco, de 31 años y con antecedentes por robos múltiples, este no se localiza", precisó Soto.
El jefe judicial añadió que Ledezma y Quesada eran de diferentes grupos narco que se disputan el control del microtráfico de droga en el Infiernillo. Además, los dos sujetos tenían problemas de carácter personal.
En los allanamientos de este viernes, realizados en El Roble y San Isidro de Alajuela, los agentes del OIJ decomisaron municiones de un arma nueve milímetros, celulares, documentos y pasamontañas.