Un recolector de pianguas detenido el jueves por enterrar en su finca un tanque metálico para ocultar unos 700 kilos de cocaína, en la comunidad de Ajuntaderas en Sierpe de Osa, Puntarenas, también guardaba un arsenal en una caja fuerte.
El hecho lo dieron a conocer este viernes el Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), cuando informaron de que el individuo, de apellidos Araya Salas, de 50 años, tenía dos armas de grueso calibre (subametralladoras mini uzi), un revólver calibre 38 y decenas de balas.
Precisaron que se trata de municiones para fusiles AK-47, para carabinas 30/30, para pistolas de calibres 45, nueve milímetros, para escopeta 12, para revólver 38, así como un cargador calibre 5.56.
Poseer mini uzi es sancionado con prisión pues se trata de armas ilegales. Tampoco la legislación permite la tenencia de munición para armas de grueso calibre.
Araya fue indagado este viernes como sospechoso de infringir la Ley de Psicotrópicos. La Fiscalía de Osa comunicó de que en una audiencia que se realizará en el Juzgado Penal de Osa se pedirán cuatro meses de prisión preventiva.
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Entre tanto, Wálter Espinoza Espinoza, director del OIJ, dijo que la investigación de este caso apenas inicia pues el informe sobre el trasiego de drogas en esa zona lo recibió la policía apenas hace una semana.
Agregó que el implicado tiene una casa en el lugar donde estaba la droga, en un terreno propiedad del Estado, que fue dado en concesión por la municipalidad de Osa hace varios años.
El jefe policial dijo que una de las ventajas de esta bodega es la cercanía con el mar. Todavía no se sabe cuánto tiempo hace que este lugar era usado para el narcotráfico.
El hallazgo de la fosa con la droga se hizo el jueves en una incursión en la cual participaron oficiales del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT) del OIJ, del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) y de agentes del OIJ de Osa.
La fosa estaba cubierta por miles de conchas y el acceso era por medio de una tapa de unos 50 centímetros de diámetro.