Sujeto purgará 50 años por asesinar y calcinar víctima con el fin de robarle bitcoines

Al acusado se le atribuye haber amordazado a su víctima y luego haberla asesinado y prendido fuego dentro de un vehículo que apareció calcinado en las Delicias de Liberia, todo esto con el propósito de robarle una cantidad no precisada de bitcoines o monedas virtuales.

La pena de 50 años no es solo por el homicidio, pues a Varela también se le atribuyeron los delitos de daños, tentativa de homicidio, robo agravado y privación de libertad en perjuicio de otros hombres que lograron huir.

Según la tesis de la Fiscalía, Varela, junto con otras seis personas aún no identificadas, ideó un plan para poder sustraer la moneda virtual.

Para ello, en noviembre de 2021 contactó a una de las víctimas, quien era comisionista en la búsqueda de personas interesadas en adquirir bitcoines, y le ofreció el pago inmediato de $115.000 para la compra de las criptomonedas.

El Ministerio Público explica que ese comisionista conversó con otras dos personas más (padre e hijo), quienes estuvieron interesados en ser intermediarios en el negocio y, entre los tres, ubicaron a un cuarto hombre, quien dijo estar interesado en vender sus monedas electrónicas.

Bajo engaño, el 12 de noviembre de ese año, las cuatro víctimas acordaron encontrarse con el imputado en un centro turístico ubicado en Bagaces, donde se llevaría a cabo la materialización de la venta de la moneda virtual.

Una vez en el lugar, Varela se trasladó hasta una cocina y luego apareció con las otras personas no identificadas. La representante fiscal evidenció que llegaron con armas de fuego y amenazaron a los ofendidos para que entregaran el dinero virtual.

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En ese momento, una de las víctimas huyó, por lo que los hombres le dispararon sin herirlo. Posteriormente, amarraron a los tres ofendidos que permanecían en el lugar y les taparon la boca con cinta adhesiva, mientras los golpeaban.

Para continuar con el plan, los hombres hincaron al propietario de las monedas virtuales y, bajo amenaza, con arma de fuego, lo obligaron a realizar una transferencia de bitcoines equivalente a ¢215 millones; luego lo hirieron en un brazo. Asimismo, se apoderaron de un carro y de una mochila, la cual tenía ¢4 millones en efectivo.

Cuando se apropiaron de los bienes de las víctimas, introdujeron a los ofendidos en un vehículo y les rociaron una sustancia inflamable. En el trayecto de huida, dos de los afectados escaparon y pidieron ayuda, pero Juan Carlos Jiménez Arguedas falleció tras dejarlo abandonado dentro del auto, al que le prendieron fuego.

Según la prueba aportada por la Fiscalía, los hombres les quitaron a las víctimas sus celulares y billeteras.

Uno de los ofendidos apareció en las cercanías del botadero de Liberia. Él logró soltarse de las ataduras, montarse en su carro y pedir ayuda a una patrulla que se topó cerca.

La segunda víctima apareció en una calle de El Vergel, en Cañas, también estaba amarrado y amordazado, pero al soltarse fue a pedir ayuda a una vivienda cercana y así alertó a las autoridades de lo ocurrido, informó el OIJ en aquel momento.

Mientras la sentencia queda en firme, el acusado debe permanecer en prisión preventiva.

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