Cuatro hombres de una sola familia figuran entre los siete sospechosos del crimen del estadounidense Barry Lawson, asesinado en Tamarindo, Guanacaste, en abril de 2015.
Se trata de un hombre de apellidos Renderos Bolaños y sus tres hijos, de apellidos Renderos Sánchez.
Entre los supuestos responsables del crimen también están la mujer que laboraba como doméstica en la casa-hotel del extranjero, apellidada Merlo Álvarez, así como dos individuos más: Cabrera Rosales y González Rodríguez.
Las capturas resultaron de siete allanamientos realizados la mañana de este miércoles en Guanacaste y San José, por la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz y agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Según las autoridades, en el 2015 Merlo Álvarez habría facilitado información sobre la dinámica de Lawson y su esposa, para llevar a cabo un asalto en la vivienda.
Ella tenía conocimiento de que el matrimonio había recibido, días antes, una donación de $32.000 (¢16 millones) para la Fundación Amigos de la Educación, una organización dedicada a ayudar a personas necesitadas de la zona.
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La investigación apunta a que la empleada doméstica, con la guía de Cabrera Rosales, habría dado la información a los hermanos para que pudieran llevar a cabo el delito. Al parecer la mujer y Cabrera tenían una relación de amistad.
Los sospechosos se desplazaron y posteriormente huyeron de la escena del crimen con la ayuda de González Rodríguez, quien se encargó de manejar el vehículo.
Por último, Renderos Bolaños se encargó de receptar los bienes robados y disponer de ellos.
“Fueron tres personas jóvenes quienes ingresaron al interior de la vivienda, aprovecharon que el señor Lawson estaba con su esposa e iniciaron actividades dirigidas a obtener los bienes. Los tres sujetos exigieron entrega de dinero en efectivo y bienes que tuvieran valor económico.
"Como consecuencia de la negativa inicial del señor Lawson, le propinaron gran cantidad de golpes, lo agredieron con un objeto contundente y le provocaron heridas varias. Luego de que se dio la agresión, los tres sujetos obtuvieron la combinación de la caja fuerte, de donde se llevaron $32.000, joyas, objetos de valor y los teléfonos celulares de las víctimas”, explicó el director de la Policía Judicial, Wálter Espinoza.
Cinco de los hombres detenidos tenían antecedentes judiciales.
El mayor de los hermanos Renderos, de 28 años, fue investigado por accionamiento de arma y robo agravado. El segundo, de 26 años, tiene pasadas judiciales por accionamiento de arma, agresión con un arma, hurto agravado, robo simple y violencia doméstica, y el menor, de 25 años, por accionamiento de arma.
Su padre, de 47 años, ha sido detenido por accionamiento de arma, estafa, infracción de la Ley de Estupefacientes y robo agravado.
Por último, Cabrera Rosales tiene antecedentes por estafa, infracción de la ley de estupefacientes y robo agravado.
De Merlo Álvarez y González Rodríguez no se tienen reportes de antecedentes.
Según informó la Policía Judicial, cinco de los allanamientos se realizaron en San José –, cuatro en Paso Ancho y uno en Aserrí–, donde detuvieron a cinco sospechosos. Los otros dos ingresos policiales se dieron en Santa Cruz de Guanacaste.
Durante las acciones se decomisaron documentos y teléfonos celulares.
Todos quedarían a las órdenes de la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz, para la solicitud de medidas cautelares ante el Juzgado Penal.
La Fiscalía calificó los hechos con los delitos de robo agravado y homicidio calificado. La causa se desarrolla bajo el expediente 15-000495-069-PE.
El caso
El 1.° de abril de 2015, tres sujetos armados asaltaron la casa-hotel de Lawson y su esposa Suzye, llamado “Villa Alegre”, en Tamarindo, Guanacaste.
Los sospechosos habrían amenazado, golpeado y amarrado a las víctimas con cables eléctricos y un cinturón. Luego, los asaltantes vapulearon al adulto mayor con el fin de obtener las combinaciones de las dos cajas de seguridad que la pareja tenía en su propiedad.
Los sospechosos lograron huir con más de ¢16 millones, además de una colección de monedas raras, tres celulares, una computadora portátil, una tableta, joyas y hasta una copia del testamento del fallecido.
Al salir de la casa, golpearon una vez más al ofendido.
Lawson murió el 5 de abril en el Hospital CIMA de Escazú, producto de un severo trauma craneal.
Extranjeros bondadosos
Los Lawson eran una pareja muy activa en la comunidad de Tamarindo. Ambos tenían al menos 19 años de residir en esta localidad, donde además de administrar un hotel en su propiedad, comenzaron el proyecto filantrópico llamado Amigos de la Educación.
La iniciativa busca ofrecer becas escolares a estudiantes de la zona que tienen necesidades financieras genuinas, con el objetivo de incrementar las habilidades académicas de los estudiantes, según explica el sitio web de la Fundación.
De acuerdo con reportes de vecinos, recolectados por diferentes medios en los últimos años, Barry Lawson era un hombre alegre, que solía disfrazarse para amenizar las actividades de la organización y las fiestas que ofrecían a los estudiantes destacados, así como durante la fiesta de Navidad.
El pasado 18 de setiembre, el OIJ hizo un llamado a la ciudadanía para colaborar con información pertinente al caso.