Luego de siete años de sufrir un acoso que comenzó con llamadas y mensajes por redes sociales en el 2015 y que desde hace un año se tornó presencial y más agresivo, la modelo y empresaria Karina Ramos Leitón, levantó la voz para decir que ya ha aguantado demasiado y que llegó a un punto donde las autoridades deben tomarse estos casos en serio.
“¿Necesitamos otro feminicidio, otra violación, para que las autoridades hagan lo que tiene que hacer con esta persona?”, dijo en un video donde denunció cómo el sujeto, de apellidos Zamora Fonseca, burló la seguridad del complejo de apartamentos donde ella reside en Santa Ana y llegó hasta tocarle la puerta, el pasado sábado 27 de agosto, casi a la medianoche.
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Adina Castro, coordinadora del Departamento de Violencia del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), reconoció que debería existir una normativa específica, para atender este tipo de violencia contra las mujeres. Lo anterior porque la Ley contra el acoso sexual callejero (N.° 9877) no se ajusta a estos casos particulares, donde al parecer se trata más bien de una fijación, con hechos repetitivos e injuriosos que incluso han llevado al sujeto a buscar a la víctima en México.
Esta norma, vigente desde agosto del 2020, no tipifica conductas de acoso cibernético, llamadas telefónicas, mensajes en redes sociales o situaciones particulares como que un individuo intente ingresar a la propiedad de la víctima.
Castro aclaró que ella no conoce a fondo el caso de la modelo Karina Ramos; no obstante, sostuvo que la legislación vigente tiene vacíos que impiden atender mejor situaciones como esta: “Vamos a tener que ir viendo cada situación por separado, ver el contexto y buscar el tipo penal requerido. Lo que antes no era necesario, ahora se vuelve necesario, porque cambia el entorno y el Derecho necesita ir aplicando ajustes”.
Agregó que en una situación de acoso a veces hay salidas genéricas que no son oportunas. Por eso, si en este momento no tenemos normativa para atender estas situaciones, entonces tenemos que crearla, reiteró.
La exreina de belleza, de 29 años, había llevado el año anterior a Zamora a un proceso judicial. Esa vez el abogado de la modelo, Federico Campos, denunció al sujeto por el delito de coacción, estipulado en el artículo 193 del Código Penal y que contempla penas de hasta cinco años de prisión a quien “mediante amenaza grave o violencia física o moral compela a una persona a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no está obligado”.
Se denunció por este delito porque es el más atinente a esta temática, de lo contrario, el asunto habría tenido que atenderse como una contravención, donde las sanciones son menores. Es ahí donde el Inamu afirma que se debe repensar en ajustes a la legislación. Por ejemplo, en España el Código Penal sanciona el ciberacoso y tipifica todas aquellas conductas de acoso, independientemente de que se hagan por medios electrónicos o no, explicó Campos.
En mayo del 2022 el proceso concluyó cuando Ramos accedió a una conciliación pensando que el sujeto iba a cambiar su actitud. En aquel momento, Zamora pagó una multa de ¢100.000, se comprometió a realizar a un curso psicológico, así como a no volver a molestarla ni a acercársele. Sin embargo, la situación empeoró después. El 25 de junio el hombre llegó a buscarla al apartamento en el que ella vivía en Ciudad de México y la semana anterior hizo lo mismo pero en su casa en Santa Ana, San José.
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Fuerza Pública hizo lo debido
Daniel Calderón, director general de la Fuerza Pública y viceministro de Seguridad, afirmó que la policía de Santa Ana atendió de manera adecuada la emergencia que afrontó Karina Ramos el 27 de agosto, pues se hizo todo a cabalidad.
“Hicimos lo que corresponde, detener a la persona y solicitar la dirección funcional de un fiscal. Se puso al sujeto a la orden del Ministerio Público y al día siguiente le dejaron libre por orden del fiscal. Habría que ver que otro tipo de medidas se van a tomar desde el ámbito judicial con el implicado”, afirmó.
En cuanto a la molestia de la modelo por el accionar policial, agregó que es obligación de los oficiales informarse paso a paso de todo lo ocurrido, desde que el sujeto llegó, cómo entró, si intentó abrir la puerta y otros detalles. “Yo me imagino que ella estaba perturbada, porque ya son muchas veces en situaciones con ese sujeto y eso le lleva a perder la paz, pero los oficiales necesitan consignar todo y comunicárselo de inmediato al fiscal, para que este dicte la dirección funcional”, explicó el viceministro.
El hecho de que el tipo no abrió la puerta a la fuerza y que no la agredió, no quiere decir que la Policía subestime el nivel de la amenaza, sino que es parte de la información que se le debe dar al fiscal y, posiblemente, Karina Ramos no lo entendió así, acotó el jefe policial.
Ahora será la autoridad judicial a cargo del caso la que determine si, con los elementos que tienen hasta este momento, pueden ordenar una medida más fuerte contra Zamora, dentro de lo que permite la legislación.
Es un hecho que el sujeto incumplió con lo conciliado en sede judicial, pues se acercó a Ramos, la sigue llamando y perturbando e incluso estuvo a punto de entrar a la casa de ella.
Alertar y denunciar
Daniel Calderón añadió que nunca se puede menospreciar un caso de acoso como estos, por lo que estima que ella ha hecho lo correcto al interponer las denuncias de inmediato ante el Poder Judicial y aportar todos los antecedentes al expediente. “Nunca se sabe si el acosador está en pleno uso de sus facultades y, además, por los antecedentes es claro que representa un peligro para la modelo”, acotó.
En el ámbito personal también sugirió medidas básicas de protección como por ejemplo cambiar las rutas de desplazamiento, informar a los oficiales de seguridad privada del lugar donde vive sobre las medidas estrictas que deben tomar con las personas que llegan a buscarla y otras.
Por su parte, en el Inamu insisten en que la primera acción en un caso de estos es interponer la denuncia ante los tribunales, ya que ahí pueden tomar decisiones tales como instruir a la policía para que realice alguna acción preventiva específica.
También piden a las mujeres activar las redes de apoyo, tales como la familia más cercana, amigas y otros, a quienes se debe decir lo que está pasando, porque al ir por las calles o lugares públicos, esos apoyos pueden ayudar ante una eventual emergencia.