Una funcionaria administrativa de la Fiscalía Adjunta de Puntarenas y su pareja, un agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) fueron aprehendidos este miércoles como sospechosos de suministrar información confidencial a prestamistas de la modalidad gota a gota.
La mujer, de apellidos Bosques Avellán y su compañero, apellidado Fernández Monge, fueron detenidos luego de que el OIJ desplegara allanamientos en la casa de la pareja, la Fiscalía de la zona y la Oficina de Tecnologías de Información del Poder Judicial, donde respaldaron correos electrónicos.
A ellos se les investiga por falsedad ideológica, peculado de uso y divulgación de información de la Plataforma de Información Policial, según precisó la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (FAPTA) en un comunicado de prensa.
LEA MÁS: Préstamos gota a gota se incrementaron desde el 2020 e inciden en homicidios y suicidios
Según la FAPTA, existe la sospecha de que desde el año 2021, Bosques y Fernández, utilizando recursos de la Administración Pública, suministraron información confidencial de investigaciones a prestamistas colombianos en Puntarenas y a prestamistas costarricenses que operan en Esparza.
A cambio, Bosques habría obtenido plazos más extensos para el pago de créditos que había gestionado y cuyos cobros se ejecutaban bajo el sistema conocido como gota a gota.
LEA MÁS: ¿Qué son los préstamos gota a gota y cómo evitar ser víctima de los extorsionadores?
La investigación preliminar señala que Bosques también está acusada de insertar información falsa en un informe policial del OIJ, aparentemente con la intención de favorecer a personas involucradas en un presunto caso de cobro ilegal.
El Ministerio Público aseguró que lamenta estos casos de presunta corrupción dentro de la institución.
Préstamos gota a gota, así funciona la informalidad
El negocio ilícito conocido como gota a gota se caracteriza por ofrecer préstamos informales de dinero rápido a personas sin acceso a créditos bancarios convencionales, como vendedores ambulantes, pequeños comerciantes o trabajadores informales.
Estos préstamos, con tasas de interés mensuales que pueden alcanzar el 30%, se pagan en cuotas diarias o semanales. Este tipo de actividad, originaria de Colombia, ha extendido sus tentáculos a países como México, Perú, Brasil, España, China y Costa Rica, donde se estima que ha ganado terreno.
LEA MÁS: El ‘gota a gota’ que se paga con la vida
Los prestamistas que operan bajo el esquema gota a gota a menudo pertenecen a grupos criminales que utilizan tácticas violentas y de extorsión para asegurar el pago de las deudas. Las consecuencias para los deudores son graves, quedando atrapados en un círculo vicioso de endeudamiento y amenazas, afectando a sectores vulnerables de la sociedad.
Las autoridades de seguridad de este país han manifestado reiteradamente que los préstamos gota a gota son una de las causas más importantes en los homicidios.