Eduardo Li Sánchez y Rafael Ángel Vargas Brenes expresidente y exsecretario de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) fueron sobreseídos de manera definitiva en un proceso penal en el cual se les investigó por el delito de administración fraudulenta, por unas aportaciones dadas por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) para la realización en Costa Rica del Mundial Femenino U17 en el año 2014.
La resolución la adoptó este jueves el Juzgado Penal del I Circuito Judicial de San José, a cargo del juez Fabián Serrano, que al concluir la audiencia preliminar en la cual se discutía sí el asunto era elevado a juicio, informó que se eximía a los imputados de los hechos investigados, confirmó Róger Guevara Vega, uno de los abogados defensores del exdirigente deportivo.
Sin embargo, luego de conocido el fallo, el Ministerio Público comunicó que se oponía, al tiempo que informó que presentarán una impugnación. Debido a lo anterior, ahora el expediente será trasladado a un tribunal para que nuevamente estudie el legajo de pruebas y determine si confirma el sobreseimiento o en su defecto devuelve el asunto para una nueva audiencia preliminar.
En un comunicado de prensa de la firma de abogados Alta Batalla (integrado por Róger Guevara, José Luis Campos Vargas y Felipe Riveros) que representa a Li, informó que al expediente se aportó abundante prueba proveniente de otro legajo judicial tramitado en Estados Unidos y que esta relacionado con la pesquisa en nuestro país. Esos documento los firman la jueza Pamela K. Chen y la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York.
“Ahi se demostró que los hechos que la Federación denunció y querelló en nuestro país, son los mismos por los que Li ya había asumido responsabilidad en Estados Unidos. Con base en el principio de cosa juzgada material (non bis in idem), sería inconstitucional juzgarlo nuevamente en Costa Rica. Asimismo, se demostró que la Federación Costarricense de Fútbol fue resarcida de cualquier daño o perjuicio económico, por lo que no tiene derecho a reclamar una nueva indemnización”, añade el comunicado.
Antecedentes
Esta causa judicial que se tramita en el expediente 16-000792-1220-PE, tiene su origen el 21 de octubre del 2016, cuando Rodolfo Villalobos, actual jerarca de la Fedefutbol, presentó una denuncia ante el Ministerio Público contra Eduardo Li y Rafael Vargas, por presuntamente cometer el delito de administración fraudulenta.
La acusación corresponde a la supuesta compra en el 2013, de 8.000 balones y 5.000 uniformes que nunca fueron vistos en la Fedefútbol. Según la denuncia eran dos facturas de la empresa Forward Sports International Management Inc. a las que Eduardo Li y Rafael Vargas Brenes autorizaron pagar. Una es por $80.000 (el 29 de agosto) y la otra por $92.000 (el 12 de septiembre del 2013). La orden de compra que motivó los pagos tiene fecha del 23 de setiembre del 2013, muchos días después de que ya se habían realizado las transferencias por medio de un banco.
Una investigación de la Sección de Delitos Económicos y Fraudes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) corroboró que los implementos deportivos nunca ingresaron al país y que, en cambio, sí hubo transferencias de dinero por la supuesta compra.
En este caso se debe mencionar que en diciembre del 2020, este asunto del supuesto fraude fue conocido en otra audiencia preliminar. En aquel momento el juzgado, luego de conocer que la Fedefútbol presuntamente ocultó comunicar al juzgado y al Ministerio Público que había recibido $1,1 millones (¢715 millones) por un arreglo que hizo Eduardo Li con la justicia de Estados Unidos por los casos de corrupción juzgados en ese país, decidió dictar un sobreseimiento provisional y concedió un año al Ministerio Público para que aportara más pruebas al proceso.
Precisamente, el caso en el cual juzgaron a Li en Estados Unidos se destapó poco después que el expresidente de la federación fuera escogido como el representante de Concacaf ante el Comité Ejecutivo de FIFA. A Eduardo Li lo arrestaron en mayo de 2015 en el marco de una gran operación policial en vísperas de un congreso de la FIFA. Al tico se le atribuyó estar ligado, junto a otros jerarcas del balonpié mundial, en casos de corrupción. Lo extraditaron a Estados Unidos en diciembre de ese año.
Li se declaró culpable en octubre del 2016 de tres delitos, de los 14 que fue acusado por la Fiscalía estadounidense. Las tres infracciones que aceptó fueron: asociación para delinquir, transferencias bancarias fraudulentas y conspiración para cometer un fraude bancario.
En noviembre del 2018, luego de un arreglo, la Corte del Distrito Este del Estado de Nueva York determinó que el costarricense quedaba en libertad supervisada durante un período de dos años y podía volver al país. Eduardo Li retornó a Costa Rica el 9 de diciembre del 2018.
Durante ese proceso en Estados Unidos, Li admitió haberse apropiado, mediante facturas falsas, de dineros correspondientes al Mundial Infantil Femenino, realizado en Costa Rica en el 2014. Aquel torneo, organizado con dineros de FIFA y del Estado costarricense, estuvo rodeado de nebulosas, anomalías y deficientes controles, no solo en lo actuado por Li, sino en torno a la contratación y pago de proveedores, según denunció en su momento La Nación.