Un individuo de apellido Morales, sospechoso de asesinar, desmembrar y enterrar a Luis Alexander Gutiérrez Jiménez, de 33 años, en Monterrey de San Carlos en setiembre del 2022, aceptó los hechos acusados en un proceso especial abreviado.
La decisión fue anunciada este martes en los Tribunales de Justicia de San Carlos, en Ciudad Quesada, donde se inició el juicio en contra del sospechoso y su pareja, una mujer de apellido Irias, quien previamente mantuvo una relación con la víctima.
Al inicio del debate, Morales expresó su disposición a aceptar el proceso abreviado y la pena de 20 años en prisión solicitada por la Fiscalía. Sin embargo, la sentencia aún no es definitiva, ya que ahora deberá ser evaluada por un segundo juez, quien determinará su validez.
En caso de ser rechazada, se llevará a cabo el juicio ordinario contra Morales. Mientras tanto, Irias continuará en el debate, acusada de ser cómplice de Morales, y se prevé que el contradictorio se extienda por varios días.
El crimen
El sábado 17 de setiembre del 2022, Luis Alexander Gutiérrez informó a su madre que saldría de casa, se llevaría su vehículo Suzuki S-Presso y regresaría unas horas después; sin embargo, nunca volvió.
La preocupación se intensificó cuando no regresó durante la noche del sábado, ni el domingo. Ese día, presentaron la denuncia de su desaparición. La situación se complicó aún más cuando encontraron el vehículo de Gutiérrez en un lote del distrito de Monterrey con las placas dobladas y signos de intento de incendio.
Doña Rosalpina Jiménez Brais, la madre de Luis Alexander, afirmó que, ante la desaparición, contactaron primero a Irias, la joven conocida de su hijo y con quien había salido en otras ocasiones. No obstante, Irias les informó que no había visto a Luis Alexander en muchos días.
Después de eso, la familia contactó a los amigos más cercanos, pero ninguno lo había visto, aunque algunos se unieron para ayudar en la búsqueda.
El martes 20 de setiembre, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descubrieron un cadáver desmembrado y enterrado a dos metros bajo tierra en Pataste de Monterrey, San Carlos. El hallazgo ocurrió mientras las autoridades rastreaban, con la ayuda de la Unidad Canina, a Gutiérrez.
El subjefe del OIJ de San Carlos, Nils Rojas, explicó a La Nación en ese momento que el cadáver estaba desnudo y sin documentos de identificación. Además, presentaba las extremidades y la cabeza separadas del tronco, junto con heridas punzocortantes en el tórax.
Ese mismo día capturaron a Morales e Irias. A la mujer la arrestaron en su domicilio en Monterrey, mientras que a Morales lo detuvieron en su lugar de trabajo, en un hotel de La Fortuna. Dos días después, el jueves 22 de setiembre, los peritos del OIJ de San Carlos confirmaron que los restos pertenecían a Luis Alexander.
En una entrevista con La Nación, Rosalpina, aseguró que su hijo no era un delincuente y expresó que no merecía una muerte de esta índole. Indicó que desde que concluyó el quinto año en el Colegio de Florencia, Luis Alexander se dedicó a trabajar y siempre fue una persona tranquila y dispuesta a ayudar a los demás.