Batán. A las 10 a. m. del sábado, los vecinos de 4 Millas de Batán, en Limón, recibieron la alerta de que debían salir de la zona para evitar ser afectados por las fuertes lluvias.
Entre ellos estaba Julián Pineda, trabajador de la finca bananera, quien iba a salir junto con sus compañeros, pero decidió volver para guardar las herramientas pues temía que se las robaran o se dañaran.
Pasado el mediodía, un dique se rompió y la localidad de 4 Millas quedó incomunicada. Desde entonces, no se tuvo noticias de Pineda, hasta 24 horas después, cuando fue encontrado por socorristas de la Cruz Roja.
“Nunca pensé en que me iba a ahogar, tenía mucha fe en Dios, y pensaba que, si venía otra crecida, me subiría en las matas de banano para salvarme”, narró ayer domingo, luego de ser rescatado.
Perdieron bienes. Otros vecinos de la zona perdieron sus pertenencias a causa de las inundaciones. Tal fue el caso de María Martínez y Wendy Cruz, residentes de barrio Aselica de Batán.
“Hace tiempo no había una llena tan grande. Aquí se llenó más de un metro, pero logramos ir a dormir a donde unos vecinos con casa alta. No vamos a albergues porque aquí roban mucho. Perdimos la refrigeradora, el televisor y los sillones”, contó Martínez.
Ese tipo de bienes también los perdió la familia de Cruz.
“Estoy muy triste, pasó muy rápido. Llegó el agua y no dio tiempo de subir nada. Lo poquito que pudo salvarse lo estamos limpiando. No queda más que echar para adelante”, expresó ella.
Mientras, otro trabajador de una finca bananera, Luis Morun, vio hundirse su motocicleta en el agua. Luego pudo sacarla y ahora está en un taller mecánico.
“Soy de Matina, pero trabajo aquí. Mi esposa estaba preocupada por mí y yo por ella”, relató el afectado.