El Juzgado Penal de San José dictó dos meses más de prisión preventiva contra la auxiliar de enfermería pensionada, acusada de matar a una paciente, en el Hospital San Juan de Dios, en San José.
La Fiscalía señala a Ángela Barrantes Moreno, de 64 años de edad, como responsable de la muerte de Lilliam Arias Prendas (55 años), el 7 de agosto del 2012, cuando esta se encontraba internada en un área de atención de mujeres.
Ese día, según la investigación del Organismo de Investigación Judicial, Barrantes se vistió de blanco, como enfermera, y burlando la seguridad del hospital, ingresó a la sala y le inyectó una sustancia a Arias, quien murió en minutos, víctima de un paro cardíaco.
Barrantes fue detenida dentro del hospital, pues compañeros de cama de Arias la identificaron.
El caso se produjo cuando el personal hospitalario distribuía el almuerzo a los seis pacientes de la habitación.
Tras el fallecimiento, el hospital comunicó que a la detenida se le halló un medicamento usado para males renales, y que una sobredosis de esa sustancia podría causar la muerte. De hecho, Arias estaba hospitalizada por padecer de insuficiencia renal (cuando los riñones no tienen la capacidad para eliminar los desechos).
Las hijas y el esposo de la víctima aseguraron, con base en el relato de otra paciente, que Arias trató de luchar para no ser inyectada.
La sospechosa se jubiló por un mal psiquiátrico cuando laboraba en el Hospital Psiquiátrico, en Pavas. A ella se le abrió una causa por el delito de homicidio calificado.
Ambas mujeres vivían en la urbanización Los Contadores, en Desamparados. En ese residencial, varias personas narraron que la auxiliar acostumbraba ayudar a los vecinos cuando necesitaban algún tipo de cuidado médico.