Un hombre de apellidos Zúñiga Jiménez y su madre, de apellidos, Jiménez Alvarado, irán a juicio el martes por los presuntos delitos de tentativa de homicidio y privación de libertad contra su sobrina y nieta de cuatro años quien hacían dormir en un entrepiso y le pegaban.
El proceso abarcará tres días en el Tribunal Penal de Pérez Zeledón, en un caso en el que se denuncia que la menor recibía golpes, tenía quemaduras de cigarros en el vientre y era obligada a comer jabón.
La madre, quien también está vinculada al proceso, irá a un juicio diferenciado porque padece una condición mental.
Ese proceso también se iniciará esta misma semana mientras su madre y hermano enfrentan su propio proceso dirigido por la jueza Mauren Castillo Vargas y los jueces Carlos Adolfo Calderón Bogantes y José Luis Cambronero Delgado.
La madre quedó detenida desde marzo del 2017 en Ojo de Agua de San Isidro de El General, Pérez Zeledón, cuando trascendieron las torturas contra la niña.
Ese mismo año, las autoridades aprehendieran al tío y abuela de la niña quien relató a las autoridades que los tres la agredían porque la hacían dormir en un entrepiso y la golpeaban con pedazos de manguera.
Contrario a los otros dos imputados, la madre no se expone a una pena en prisión, pero los jueces a cargo podrían ordenar su internamiento en un centro psiquiátrico o un tratamiento ambulatorio.
La menor de edad fue adoptada por una familia quien cuida de ella, confirmó el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) quien cuidó de la menor desde el día de los arrestos de sus parientes hasta inicios de este año.
Ni tío, ni abuela pueden acercarse a la víctima ni obstaculizar el proceso. Además, deben firmar periódicamente ante las autoridades como parte de las medidas cautelares contra ellos.
El debate contra estos dos sospechosos empezó a las 8 a. m.
Al momento de los arrestos, trascendieron todos los maltratos antes señalados, además la menor tenía un alto grado de desnutrición y su nariz estaba fracturada.
Las autoridades recibieron la primera alerta el 1.° de marzo del 2017 con una denuncia que envió a personal del PANI a la vivienda en Ojo de Agua; pueblo montañoso a media hora en automóvil desde el centro de Pérez Zeledón.
Los funcionarios notaron signos de violencia contra la menor de edad y la trasladaron al Hospital Escalante Pradilla.
Al día siguiente, un fiscal de la localidad, un trabajador social y un forense visitaron el centro médico para que la víctima les contara lo sucedido. Después de conversar con ella por dos días, la niña les relató que era agredida por su mamá, su tío y su abuela.
Una vez recibido su testimonio, el Ministerio Público y el OIJ allanaron la vivienda donde vivía y detuvieron a los presuntos agresores.