Pensando es usted, tenemos una propuesta llena de frescura que incluye ensaladas, carnes frías, antipastos, postres fríos y sangrías. Qué más le puede pedir a la vida. Así que disfrute estas recetas.

Ensaladas llenas de vida

Ya sea con vegetales, frutas, semillas, pastas, en algunos casos carnes frías o con vegetales, las ensaladas son muy apropiadas para estos días.

Nos aportan muchos nutrientes y las podemos utilizar como una entrada, acompañamiento o, dependiendo de la cantidad, como un plato fuerte, sobre todo para la cena y no llegar a la cama con exceso de comida o pesadez. Claro, trate de no utilizar aderezos muy grasosos o pesados.

Antipastos para preparar el estómago

En su preparación se utilizan embutidos, algunas carnes frías, vegetales y otros productos que no requieren mucha cocción. Los podemos comer solos o hasta en sándwiches.

Los postres

Hay muchos postres que son horneados o llevan algún tipo de cocido, pero los fríos, al menos los que presentamos en esta edición, están elaborados a base de helados y son ahogados con café.

Carnes frías, ¡qué bien caen!

Como dice su nombre, son preparaciones que se sirven frías, poseen muchas proteínas y las podemos comer en almuerzos o en cenas.

Las carnes frías son alimentos que ya están listos para comer; es decir, se han preparado muchas veces con bastante anticipación.

Hidratantes

El origen de la sangría es tan confuso como su elaboración, siempre adaptada al paladar de quien la prepara.

Si bien nadie discute que sus ingredientes básicos son el vino y las pulpas o cáscaras de diversas frutas, sobre todo cítricas, y que se trata de la bebida española por excelencia.

Sin embargo, en 1788 el padre Esteban Torres afirmaba en su Diccionario del castellano que la sangría era una “bebida inventada por los ingleses que se toma mucho en las colonias inglesas y francesas de América”.