María Mercedes Coroy tiene fuerza volcánica. La intensidad de su mirada traspasa la timidez inicial con la que se desenvuelve esta indígena guatemalteca de 21 años.
Sus ojos negros son los responsables de que hoy protagonice la galardonada película guatemalteca Ixcanul, que se estrenó en Costa Rica el pasado 5 de mayo.
Cuando Jayro Bustamante vió a María Mercedes pasar por el parque del pueblo donde ella vive, vio sus ojos intensos y supo que se trataba de su protagonista. Para ese momento, el director guatemalteco tenía dos semanas de hacer casting en los poblados indígenas y era su último día. María Mercedes nunca supo del casting.
Jayro se le acercó, le pidió una fotografía, le tomó sus datos y se fue con la promesa de llamarla en una semana. Siete días más tarde ya encarnaba a María. Confiar en una corazonada le funcionó a la perfección.
Originaria del municipio Santa María de Jesús, Sacatepéquez, un poblado de calles estrechas en las faldas del volcán de Agua, Coroy no ha recibido nunca clases de actuación. Tampoco pudo terminar sus estudios, pues la situación económica de su familia la ha obligado a enfocarse en el trabajo.
Su vida dio un giro que ella siempre esperó al interpretar a María: una joven maya de 17 años que quiere cambiar su destino, pero lucha contra un matrimonio arreglado que no desea.
"El proceso de personaje lo fuimos creando con Jayro. Fuimos encontrando más emociones. Hacíamos cajitas de emociones: una para la tristeza, una para la felicidad, una para la angustia, una para el dolor, una para el enojo. Fue muy lindo. También ensayamos con árboles. Elegíamos un árbol y comenzabamos a actuar con él. Así fuimos incrementando la fuerza que necesitaba María, el personaje", contó Coroy a Perfil durante su visita a Costa Rica.
Ixcanul y María Mercedes Coroy en Costa Rica from Pacífica Grey on Vimeo.
Ixcanul es un largometraje poderoso que aborda temas como el machismo, el racismo, las barreras del idioma, los embarazos no deseados y el robo de niños.
"Mi nombre verdadero en la casa no me lo dicen. Tengo un sobrenombre que no está registrado en Guatemala. A los 8 años me dio la curiosidad de preguntar a mi mamá por qué tengo este nombre. Me dijo que antes no podía salir de la casa porque me robaban, así que prefirieron ponerme otros nombres para protegerme. Sé que se sigue dando el robo de niños en Guatemala", contó María Mercedes.
Vida tras el cine
Coroy confiesa que en su vida ha cambiado poco tras el éxito de la película, que ha recibido hasta la fecha 43 premios, incluyendo un oso de plata de Berlinale.
Como hermana mayor, ayuda en las tareas de la casa y trabaja en un puesto familiar en el mercado local. Además, ha viajado a diferentes festivales con Bustamante, promoviendo la película.
Destaca lo fácil que es identificarse con la historia que cuenta Ixcanul, a pesar de tratarse de una realidad muy guatemalteca. Para Coroy, la humanidad que se imprimó a la historia es la razón por la cual tanto en Alemania, como en Canadá y en Costa Rica y en el resto del mundo el mensaje puede calar.
Cuenta que tras su viaje a Berlín, han tratado de robar su casa en tres ocasiones pues se tiene la impresión de que con el éxito de la película cambió su estatus socioeconómico, pero no fue así.
Ixcanul le abrió las puertas a Coroy para introducirse al mundo del séptimo arte y la ha motivado a perseguir sus sueños en este y a continuar sus estudios.
Voz de cambio
Coroy dice sentirse orgullosa por dar voz a quienes no la tienen a través de su personaje. Para ella, el cine es una herramienta poderosa que ha permitido que se den a conocer los problemas que sufren las poblaciones indígenas en Guatemala.
De hecho, cuenta que a raíz de la película se desmanteló una banda que robaba niños en uno de los hospitales guatemaltecos donde grabaron escenas del filme.
Pacífica Grey presenta: Ixcanul from Pacífica Grey on Vimeo.
Coroy admite que siempre ha puesto el tema de equidad y el de los derechos de los indígenas sobre el tapete. Antes de aventurarse a protagonizar Ixcanul, ella había participado en obras de teatro y fue dos veces coronada en los reinados de su pueblo y del municipio en el que vive.
"La mujer no es un objeto vendible. La mujer no es un objeto que se puede pisotear", reflexionó Coroy durante el conversatorio tras el estreno de la película en Costa Rica, en el cine Magaly. Esta afirmación arrancó el aplauso del público y también el nuestro.