"Soy un bohemio aventurero que se gana el dinero cantando a media luz... solo quiero vivir de la forma que soy, tan solo regalando música y amor..." Estas son palabras sacadas de la canción Canta Conmigo, parte del disco Mil Ciudades, que describen a su autor: Andrés Cepeda.
Cada palabra en su música es parte de una experiencia de vida. Quienes escuchan sus canciones, pueden revivir un momento capturado en una melodía, vivido en carne propia por quien la interpreta. Al menos, esta es la esencia que desea imprimir este cantautor colombiano en su más reciente disco Mil Ciudades.
El nuevo material discográfico cuenta con la participación de productores como Tommy Torres (quien ha trabajado con Ricky Martin, Alejandro Sanz y Eros Ramazzotti), el ingeniero de sonido Bob Clearmountain (con experiencia con bandas como Rolling Stones, Paul McCartney y David Bowie) y los más importantes músicos del mundo en los géneros pop, rock, bolero y jazz.
Para el cantautor romántico -ganador del Grammy Latino- el proceso de producción de Mil Ciudades y del sencillo del mismo nombre le permitieron cumplir sueños. Una experiencia que se refleja en todo el álbum.
"Aquí está reunida la gente con la que siempre he soñado trabajar, los músicos con los que siempre había querido colaborar y el nivel de sonido que siempre esperé tener", comentó Cepeda, quien conversó con Perfil.
P. ¿Las letras de sus canciones reflejan un poco de su personalidad?
A: Sí, procuro grabar canciones que hablen de mí, con las que me identifique. Si las escribí yo fue por que lo viví, si lo hizo alguien más fue porque me hubiera gustado escribir eso, siempre partiendo de experiencias personales para la interpretación.
Pienso que en la medida en que las canciones te hablen como intérprete o compositor a la hora de cantarlas y grabarlas vas a ser más eficaz. Cuando las cantas te transportas a ese momento y lo vives. Es un poquito robarse el método del actor: regresar a lo vivido. Eso funciona porque si uno está realmente vibrando con lo que cantas, la persona que te escucha tiene más posibilidades de conectarse que si fuera ajeno.
Además, es entretenido el ejercicio personal de enfrentar esas emociones y hacerlo en el escenario. Es divertido.
P: ¿Cantarle al desamor es abrir nuevamente las heridas?
Sí hay un tema masoquista de revivir la vivencia y tenerla muy presente. Y la música nos ayuda a enmarcar recuerdos y vivencias. El cerebro las recuerda y acude a ellas por medio de las canciones. Pienso que toda la música -de buena manera- enmarca momentos que tienen esos valores emocionales fuertes: de gran ilusión, de tremenda soledad o de compañía en la que se confía. Son cosas que determinan puntos importantes en la vida de las personas.
P: ¿Cómo cautivar a un público jóven en este género?
El tema es que lo que tú hagas esté bien hecho, que suene muy bien, que esté muy bien producido y que al mismo tiempo sea sincero. Todas las personas en algún momento de nuestras vidas empezamos a vivir experiencias que nos van a parecer importantes, principalmente en la juventud. Entonces esas canciones llegan cuando empezamos a vivir esas experiencias y es ahí cuando nos importan.
Música hay para todos los momentos, uno no está todo el día de fiesta o reflexionando. Para cada situación hay una música y creo que eso vale al momento del amor y la introspección.
P: ¿Qué caracteriza a su música?
A: El amor por el bolero, por la música latinoamericana, por la cosa colombiana. También, hay una parte mía a la que le gusta mucho el rock y el pop. Hay una mezcla de sonidos de todo eso, que están unidos entre sí por el eje del romanticismo y el contar esas historias. En este disco en particular se ve muy marcado esto, la visita a varios sonidos.
P: ¿Cómo ha sido la experiencia de este disco?
A: Empezamos hace tres años con un proceso cuidadoso y pausado de escogencia de los temas. Es la parte más importante. A eso le dedicamos mucho tiempo, a escribir y escuchar canciones. De tener unas 34 nos quedamos con 14.
Luego empezamos con la producción del álbum. Empezamos a organizar el equipo humano.
P: ¿Qué implicó tener la participación de tantas figuras de peso?
A: Fue muy chévere, había una gente con la que colaboramos porque son cercanos. Amigos que querían estar porque ya veníamos hablando de hacer algo juntos como es el caso de Ricardo Montaner. Otra gente llegó al proyecto porque los invitamos como Vinnie Colaiuta y Carlitos del Puerto.
Entonces era aprovechar una libertad artística que nos estaba dando la compañía disquera y acompañar eso con una serie de recursos y facilidades para amarrar un equipo de trabajo bien especial.
P:¿En declaraciones decía que estos han sido de esos proyectos que más lo han llenado?
A: Como te digo, topé con mucha libertad artística y la disquera me dio recursos para hacer locuras. Quedé muy satisfecho con lo que pudimos hacer y todo eso se ve en el disco.
P: ¿Qué espera de quienes lleguen a escuchar su disco?
A: Que se conecten, que entiendan esas historias como suyas. Que se identifiquen con las canciones, que les guste el sonido, que entre a ser parte de sus vidas, por lo menos algunas de esas canciones.