Sin duda los recuerdos de ese importante día quedarán para siempre, se revivirán con cada fotografía o con los buenos comentarios días después. Pero tenga cuidado, no vaya a ser que el recuerdo de la “mágica” boda llegue cada mes en su estado de cuenta y con una buena dosis de intereses.
Para evitarlo, planifique, evite usar la tarjeta de crédito e inicie un ahorro para este propósito. Javier Angulo, experto en finanzas familiares de Enfoque a la Familia, explica que más allá de los preparativos de la boda como evento, es necesario tomar en cuenta planes futuros, estilo de vida y expectativas de mediano plazo. De ahí la importancia de definir una fecha que les permita ahorrar lo necesario para hacer frente a compromisos como la luna de miel o la compra de menaje para la vivienda.
“Lo único en lo que es aceptable endeudarse es en la compra de casa o lote, debido a que estos son bienes cuyo valor incrementa con los años, de lo contrario, no se justifica que la pareja inicie su vida matrimonial con el salario comprometido”, mencionó Angulo, quien además recomendó no sacrificar en esta deuda de vivienda más de un 35% de los ingresos familiares.
En cuanto a la ceremonia, siempre es mejor planificarla a largo plazo para poder financiarla con ahorros. Ser realistas y ajustarse a lo que está al alcance de ambos.
Andrea Ramírez, de la firma Creative Wedding Planners & Event Design, comentó que es preferible planear una boda con más de un año de antelación y no adquirir una deuda para el festejo.
Recordó que en el mercado existen opciones de paquetes de boda a largo o mediano plazo que permite el pago de cuotas mensuales hasta la fecha del evento, un método que ayuda a no tener deudas por el festejo después de disfrutarlo. Ramírez dijo que una forma de disminuir el presupuesto de la boda es limitar la cantidad de invitados.
“Cada persona incrementa el costo entre $30 y $50, más los costos de mantelería. También se puede elegir una fecha en temporada baja y por lo menos con seis meses de antelación para negociar con los proveedores”, comentó. Ambos expertos concuerdan en la necesidad de crear un plan financiero antes de contraer matrimonio con las necesidades y aspiraciones de la pareja, con el propósito de alivianar los gastos y evitar deudas innecesarias.
Presupueste: Tener claro lo que desea para su boda es fundamental para valorar costos y establecer metas de ahorro para hacerlo realidad. Definan cuánto están dispuestos a gastar y cómo lo van a financiar.
Ahorro: Una buena estrategia es iniciar programas de ahorro con nombres específicos. Casa, menaje, fiesta, luna de miel. Las opciones automáticas y los planes de ahorro a plazo le evitarán gastar el dinero en algo no planeado.
Prioridades: Su prioridad debería ser la vida en pareja que está por iniciar. No dude en sacrificar la lista de invitados o algunos lujos de la fiesta, si ello pone en riesgo su tranquilidad financiera.
Empezar de cero: Hable sinceramente con su pareja. Ponga sobre las mesa su situación financiera. Antes de gastar una fortuna en el festejo, intenten liquidar las deudas.
Venda lo que no necesita: Vida nueva con casa limpia. Haga una limpieza profunda y venda lo que no necesite y esté en buen estado. Internet es una excelente herramienta.