Cuando se habla del encuentro sexual cualquiera puede tener la iniciativa. Aquello de dejar el momento en manos del hombre por temor a ser juzgada simplemente ya pasó de moda. La realidad es que "tener ganas" no es un cuestión de género, y dar el primer paso tampoco.
Los expertos aseguran que alternar ese rol, por decirlo de alguna forma, es positivo para la relación ya que evita caer en la rutina y en que uno de los dos tenga en sus hombros el trabajo del cortejo y la responsabilidad de mantener activa la vida sexual.
Lo primero que hay que tener es seguridad en uno mismo. Quitarse de la mente la idea de que los hombres son más sexuales que nosotras o que si toman la iniciativa van a ser "provocadoras sexópatas". Por el contrario, esa determinación puede resultar muy sexy en la pareja.
Suena un poco egoísta, pero... ¡Deje de pensar siempre en la percepción de la otra persona! Simplemente disfrute de la insinuación, sea usted misma.
Instalar el deseo entre ambos es la clave para un encuentro sexual. La vestimenta podría ser una buena aliada, ya que entre más atractiva o sexy se sienta podrá seducir con mayor soltura.
Comience desde antes el encuentro. Sea creativa: acuda a recuerdos, haga una llamada con antelación, prepare alguna sorpresa, cambie de música, de espacio... Es cuestión de generar expectativa.
Eso sí, asegúrese de que se dé en el momento, lugar y medio más oportuno para generar reciprocidad.
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Si su pareja no le corresponde como esperaba no dude en hablarlo: el silencio nos hace llegar a conclusiones erróneas.
No lo piense tanto. Anímese a tomar la iniciativa. Probablemente su pareja lo tomará con mucha apertura. Inclusive con entusiasmo.
Fuentes: Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo, artículo el Clarín. Marianela Areas, sexóloga.