¿Trabaja más de 8 horas al día porque piensa que solo así puede cumplir sus objetivos? Pues puede que esté equivocado con ese hábito.
Es común asumir que cuantas más horas se dediquen al trabajo, mejores serán los resultados. Sin embargo, la realidad es que la efectividad no se mide solo por la cantidad de tiempo invertido, sino por la calidad de las tareas realizadas. A medida que las horas se extienden, la fatiga y el agotamiento pueden socavar la atención, la concentración y la toma de decisiones informadas, lo que en última instancia perjudica la calidad del trabajo.
La mentalidad de “trabajar más para lograr más” puede llevar a una disminución de la creatividad, la concentración y la toma de decisiones efectivas. Además, las extensas jornadas laborales pueden aumentar el estrés y afectar negativamente la salud mental y física. Lo anterior, según el criterio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La ciencia detrás de la eficiencia
Investigaciones han demostrado que trabajar excesivas horas puede resultar contraproducente. Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) encontró que existe una correlación inversa entre la cantidad de horas trabajadas y la productividad por hora. A medida que las horas aumentan, la eficiencia disminuye, ya que la falta de descanso afecta la capacidad cognitiva y la creatividad, tal y como lo indica la OIT.
Para aprovechar al máximo las 8 horas de trabajo y hacer que sean lo más efectivas posible, es importante implementar una combinación de estrategias de gestión del tiempo, enfoque y bienestar.
Para Daniel Montero, gestor de recursos humanos, existen 10 recomendaciones que pueden ayudar a ser más efectivo.
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(fizkes/Shutterstock)
1. Establezca objetivos claros. Antes de comenzar su jornada laboral, defina con claridad los objetivos que desea lograr durante esas 8 horas. Priorice las tareas más importantes y asegúrese de que estén alineadas con sus metas a largo plazo.
2. Planifique su día. Haga una lista de tareas y organice su día en función de su importancia y urgencia. Utilice métodos de planificación como la técnica Pomodoro o el método Eisenhower para asignar tiempos específicos a cada tarea y mantener un enfoque claro.
3. Elimine distracciones. Identifique las distracciones comunes en su entorno de trabajo y tome medidas para minimizarlas. Apague notificaciones innecesarias, establezca momentos específicos para revisar correos electrónicos y redes sociales, y haga un espacio de trabajo libre de elementos que le distraigan.
4. Utilice la gestión del tiempo. Trabaje en bloques de tiempo (por ejemplo, 25 minutos de trabajo concentrado seguidos de 5 minutos de descanso) para mantener su mente fresca y enfocada en la tarea.
5. Evite la multitarea. La multitarea puede llevar a una disminución de la calidad y la eficacia en el trabajo. En lugar de saltar entre diferentes tareas, concéntrese en una sola tarea a la vez para lograr un mayor nivel de concentración y resultados más precisos.
6. Establezca límites. Defina límites claros en cuanto a su disponibilidad y tiempo de trabajo. Comunique a sus colegas y superiores cuándo estará disponible para reuniones y colaboraciones, y cuándo necesita tiempo para concentrarse en tareas específicas.
7. Priorice el autocuidado. Mantenga su bienestar físico y mental durante las 8 horas. Asegúrese de tomar pausas para estirarse, hidratarse y descansar la vista. Un estado de ánimo saludable y un cuerpo en buenas condiciones contribuirán a un rendimiento más efectivo.
8. Evite la procrastinación. El hábito de posponer las tareas puede llevar a una acumulación de trabajo y a una sensación constante de presión. La procrastinación reduce la eficacia y puede afectar negativamente la calidad del trabajo.
9. Utilice herramientas de productividad. Aprovecha herramientas de gestión de tareas y aplicaciones de productividad para mantener un seguimiento de tus tareas y plazos. Estas herramientas pueden ayudarle a mantener el enfoque y a evitar perder tiempo en tareas administrativas.
10. Evalúe y ajuste. Al final de la jornada, tómese unos minutos para evaluar qué tareas logró completar y qué podría haber hecho de manera más eficiente. Aprenda de su día, eso le ayudará a mejorar su enfoque y estrategias para el día siguiente.