
La vitamina C es un compuesto necesario para mantener la vida y es considerado uno de los compuestos de la dieta más versátiles y vitales, se puede encontrar en frutas frescas como las naranjas, limones, acerolas, papayas, kiwi, melón, mango, entre otras; y verduras ricas en vitamina C como el brócoli, la coliflor y los tomates.
Esta vitamina cumple la función de ayudar a preservar varias macromoléculas como el ADN, a resguardar la membrana de los vasos sanguíneos y a prevenir la mutación celular que provoca el cáncer, actúa en la regeneración nerviosa y osteoarticular. Así mismo, contribuye al buen funcionamiento de la circulación sanguínea, del sistema nervioso y el sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra enfermedades.
El cuerpo humano no puede producir la vitamina C por sí solo, tampoco la almacena, por lo tanto, su ingesta diaria es importante para ayudar al organismo a mantenerse saludable. Las personas adultas deben consumir por día entre 75 y 90 mg de vitamina C.
La siguiente tabla muestra el aporte de vitamina C de ciertas frutas o verduras.
“Se ha afirmado que personas que consumen ricas dietas en ácido ascórbico de fuentes naturales, son más saludables y tienen menor mortalidad y menor número de enfermedades crónicas”, explicó la Dra. Mariana Gómez, de la clínica Medicell.
Fuentes: Dra. Mariana Gómez, especialista en terapia celular de la clínica Medicell (tel.: 2447-2858) y Base de datos del Departamento de agricultura de los Estados Unidos.