Los infalibles remedios del tocador de las abuelitas están de vuelta. La industria cosmetológica avanza a pasos agigantados y sin duda existen productos efectivos e innovadores. Sin embargo, hace algunas décadas las mujeres no contaban con todas las opciones del mercado actual y se las ingeniaban con algunos ingredientes que sacaban de la cocina, de la farmacia y hasta del cuarto de lavado para mantenerse bellas.
En Perfil nos dimos a la tarea de recuperar algunos de estos ingredientes olvidados y cuyas propiedades vale la pena conocer.
La esteticista del Instituto de Educación Profesional de Belleza (IECSA), Diana Troz, explica que se trata de productos que tienen su ciencia milenaria. "Todos estos productos van a retrasar los signos del envejecicmiento prematuro y tienen propiedades activas. Sin embargo, carecen de ingredientes que potencien estas propiedades, como es el caso de los productos comerciales compuestos, que hacen que el efecto sea más duradero", explicó la experta.
1. Rosa Mosqueta: esta planta es conocida como "la flor de la juventud". Es un arbusto silvestre que posee flores blancas y rosadas. De las semillas de estas flores se obtiene un aceite esencial que se llama escaramujo y se utiliza para atenuar arrugas y líneas de expresión. La idea es untar el aceite en el rostro para rejuvenecer y humectar la piel. Según un estudio realizado por enfermeros españoles, el aceite de rosa mosqueta, debido a su riqueza en ácidos grasos esenciales, parece ser efectivo entre la población para prevenir y atenuar el impacto de diferentes afecciones dermatológicas como quemaduras, cicatrices, úlceras y verrugas.
"La rosa mosqueta también ayuda a mejorar las estrías, ya que es sumamente regeneradora", recordó Troz.
2. Concha de nácar: el polvo de la concha de nácar tiene infinidad de propiedades y puede hacer maravillas con la piel. Según un estudio realizado en México, los productos cosméticos a base de este material pueden rejuvenecer la piel, disminuir manchas, minimizar poros dilatados, evitar el acné, estimular la cicatrización, aumentar la hidratación, aclarar la piel y protegerla contra los rayos UV. Este ingrediente no podía faltar en la rutina de belleza de nuestras abuelas y su efectividad ha sido comporbada en diversas investigaciones científicas. Probablemente sea tiempo de incorporar una crema o aceite de concha de nácar en sus faenas de embellecimiento, si aún no lo ha hecho.
"La mejora con la concha de nácar se va a notar con una primera aplicación, ya que son sustancias biominerales y sumamente nutritivas para la piel. Lo más recomendable es mezclarlo con una crema base o utilizar cremas especializadas que tenga este ingrediente como base. Esto se utiliza para pieles con manchas, debido a sus propiedades blanqueadoras. Lo más recomendable es aplicarla en la noche pues es fotosensible y puede tener una reacción con los rayos UV", detalló Troz.
3. Aceite de oliva: las propiedades de este aceite son conocidas. No en vano ha salido de la cocina para infiltrarse en la mesita de noche como un excelente hidratante para cabello y piel. Muchas mujeres se han atrevido a dar vida a su cabello aplicando aceite de oliva desde la mitad hasta las puntas y dejándolo actuar por unos 45 minutos. Posterior a esto, el cabello se lava con el shampoo regular. Las mascarillas también son recomendables para hidratar la piel del rostro: se mezcla el aceite de oliva con dos huevos crudos o con miel y ofrece excelentes resultados.
4. Papel de arroz: este es un remedio inusual, uno de los secretos de las mujeres de antes para eliminar el brillo indesedo del rostro. El papel de arroz es ideal para quitar el exceso de grasa de la cara y dar un aspecto mate a la piel. Con toda la variedad de astringentes y limpiadores que tenemos hoy el paper de arroz ha quedado atrás, pero sigue siendo un remedio infalible y muy confiable para incorporar al estuche de maquillaje, para emergencias.
"Las abuelitas lo utilizaban mucho. Actualmente hay casas comerciales que lo usan como base para crear toallitas para las personas que sufren de sudoración excesiva", recordó Troz.
5. Jabón Azul: este implemento del cuarto de pilas era años atrás un aliado clave para las mujeres. Las abuelas utilizaban el jabón azúl en barra para limpiarse la cara y el cabello. Se trata de un jabón alcalino, con olor neutro. Los expertos tienen opiniones econtradas con respecto a esta herramienta de belleza ya que por su alcalinidad, no se ha comporbado que sea efectivo. Aún así, quienes tienen piel grasa pueden probar lavarla con este jabón un par de veces a la semana, ya que tiende a resecar la piel. Para las mujeres con piel seca, su uso no es recomendable.
"Este jabón funciona para retirar el exceso de grasa, pero tiende a ser muy agresivo en la piel. Además, se utilizaba mucho como astringente antes. No tiene los principios activos correspondientes, por lo que no es recomendable utilizarlo sin supervisión de un especialista", detalla la experta en estética.
6. Aspirina: Las abuelas utilizaban las propiedades del ácido salicilico de las aspirinas para evitar la aparición del acné. Con solo triturar dos aspirinas y mezclar el polvo en una cucharada de agua esto se puede utilizar como exfoliante. La aspirina además de secar los granitos y evitar que vuelvan a aparecer, también actúa como anelgésico, eliminando el dolor que causan en ocasiones esos barritos, exfolia la piel, elimina los puntos negros y limpia los poros profundamente y elimina las manchas causadas por el acné.
La experta recomienda que se tenga mucho cuidado con la reacción de la piel al sol, ya que esta mascarilla es fotosensible. Lo mejor es aplicarlo de noche, a la piel limpia.
7. Aceite de almendra: a las abuelitas no les podía hacer falta el aceite de almendra pues este tiene propiedades rejuvenecedoras, emolientes e hidratantes. Es una excelente opción para masajear la piel pues ayuda al desarrollo muscular. Además, previene la caspa, la resequedad de la piel, las quemaduras y la hinchazón. También se recomienda su uso como un excelente hidratante para las cuticulas de las uñas.
"Existen hoy productos cosméticos que lo utilizan de base. En sus tiempos las abuelitas lo utilizaban para calmar el picor y ardor de la piel. Ayuda mucho a calmar la resequedad de la piel. Atenúa también a atenuar el estiramiento de la piel durante el embarazo", mencionó Troz.
La lista de productos de la abuela es larga y hoy se volvieron a poner de moda muchos de estos productos. En su mayoría, se puerden conseguir en las macrobióticas. Se debe recordar que la piel de cada persona es distinta y puede tener diferentes reacciones a las propiedades de esta lista de productos,por ello lo más recomendable es que consulte con un profesional en dermatología si es recomendable para su tipo de piel que incorpore alguno de estos ingredientes a su tocador. Las abuelas se las ingeniaron por años sin marcas de cosméticos y sus secretos están en boga de nuevo.
FUENTES: Profesora de estética del instituto IECSA, Diana Troz. Estudio publicado en revista española Medicina Naturista, investigación sobre propiedades de la concha de Nácar de la Universidad de Baja California, sitio venezolano Estética y Salud.