Los culpables del atroz asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido el 11 de mayo en una playa de Cartagena de Indias, tiñeron el crimen de un grado de infamia y sadismo impresionantes, lo cual es mucho decir cuando de venganzas de mafiosos se trata.
Tras un frenesí de dolor e indignación que se apoderó de Paraguay a partir de la noticia que le dio la vuelta al mundo, cuando trascendió que uno de sus funcionarios más respetados y queridos había sido víctima de un ataque a balazos mientras disfrutaba de su luna de miel en Colombia, ese país se debate entre el dolor y la indignación total.
Mientras poco a poco se van colectando diversas pruebas que buscan armar el ajedrez que logre dar con los responsables del atroz crimen, el país guaraní se ha volcado en apoyo a los parientes, colegas y amigos de Pecci durante todo el periplo que demoró la repatriación de sus restos, que finalmente fueron sepultados el domingo 15 de mayo en medio de sentidos homenajes en sus lugares preferidos de Asunción.
Tal como reseñó la agencia AFP, una extensa caravana de vehículos acompañó la carroza fúnebre por los sitios más cercanos a los afectos del funcionario abatido: la primera parada del cortejo fue el estadio del club favorito del fiscal, el Guaraní. Allí, las banderas paraguayas se mezclaron con los estandartes oro y negro del conjunto de Asunción.
Hinchas luciendo camisetas del equipo y ondeando pañuelos blancos saludaron con cánticos el paso del féretro de Pecci, cuyo cuerpo llegó el sábado 14 de mayo a territorio paraguayo tras ser trasladado en una aerolínea comercial desde Cartagena.
La fila de autos, encabezada por tres carrozas fúnebres blancas, se dirigió luego a la parroquia San José, que hacía 15 días fue escenario de su boda con la periodista Claudia Aguilera, quien espera un bebé. Posteriormente fue llevado al colegio San José, donde Pecci se graduó en 1995.
La caravana, que había partido del Memorial Parque Serenidad, arribó finalmente al cementerio la Recoleta, uno de los principales de Asunción y donde reposan decenas de personajes históricos del país. Sus restos fueron sepultados en el panteón de su familia.
“Él no claudicó, él cumplió con su deber”, afirmó el padre de la víctima Francisco Pecci, en unas breves palabras ante el ataúd de su hijo, de quien dijo es considerado un héroe, patriota o mártir.
“De cualquier forma, la gente entiende que a él lo mataron, desgraciadamente, lo mataron, porque molestaba por su honestidad a mucha gente”, agregó el progenitor.
A partir del cruento suceso, autoridades paraguayas y colombianas, con el apoyo de expertos estadounidenses, han ido atando cabos en una maratónica investigación conjunta, en la que han concluido que la operación del crimen de Pecci requirió una madeja de inteligencia criminal en la que estarían involucrados mafiosos de varios países, quienes auxiliados por sus tentáculos en distintos países, habrían organizado un asesinato con un modus operandi sin precedentes.
A este miércoles 18 de mayo, ya había 17 detenidos en Paraguay como sospechosos de haber contribuido de una u otra forma con la ‘Operación Pecci’. Además, entre otras importantes pesquisas, se cuenta con un retrato hablado de uno de los hombres que dispararon.
Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional de Colombia, señaló en un comunicado de prensa que los 17 detenidos tienen pendientes solicitudes de extradición y que nueve países los buscan por cargos de narcotráfico y lavado de dinero.
El general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional, informó que en el operativo fueron detenidos 11 colombianos, 2 venezolanos, un italiano, un dominicano, un holandés y un albanés. El seguimiento se venía haciendo desde hace alrededor de cinco años y fueron capturados en Bogotá, Valle del Cauca, Risaralda, Antioquia, Bolívar, Atlántico y Nariño.
Los capturados son pedidos en extradición por delitos de narcotráfico y lavado de dinero. Su modus operandi era el de camuflar cocaína en cargamentos de alimentos y productos farmacéuticos, para exportarlos a países de todo el globo: Italia, Perú, España, Bélgica, República Dominicana, Brasil, Panamá y Argentina.
“El principal líder de esta organización, que tenía capacidad para producir y enviar unas 5 toneladas mensuales de cocaína a Estados Unidos, África y Europa desde Bolivia, Perú y Colombia, era Luis Carlos Rocha, capturado en el 2017 y sustituido por Joao Suárez Rocha, actual líder”, indicó un comunicado de la policía de Colombia.
La policía destacó la captura de Diego Mauricio Blanco, el supuesto jefe de una de las mayores operaciones de tráfico de cocaína en Brasil, conocida como ‘Clan Rocha’, que tiene vínculos con la estructura del Primer Comando Capital (PCC) de Brasil, uno de los grupos que el fiscal Pecci investigaba, informó CNN.
Por la muerte de Mauricio, quien integraba la Unidad Especializada en la Lucha Contra el Narcotráfico, el presidente Abdo Benítez decretó tres días de duelo, lo que ha llevado a que la bandera nacional haya sido izada a media asta durante la conmemoración de la Independencia.
El atentado contra el respetado funcionario, quien había estado a cargo de relevantes casos judiciales en su natal Paraguay, ocurrió en la isla de Barú, ubicada a unos 40 minutos en lancha de la ciudad de Cartagena.
En los primeros despachos de noticias, medios colombianos reseñaron cómo dos hombres llegaron por mar hasta la playa y se acercaron al fiscal, quien descansaba tranquilamente en la arena junto a su esposa, Claudia Aguilera, y sin decir palabra le propinaron dos disparos que le causaron la muerte instantáneamente.
La pareja se había casado recién el 30 de abril y días después partió a disfrutar de su luna de miel en la costa caribeña colombiana. Este año había sido emblemático para ellos, pues Mauricio y Claudia habían anunciado no solo su noviazgo y su boda en cuestión de meses, sino que horas antes del asesinato contaron en sus redes sociales que estaban esperando su primer hijo.
Ahora, tras lo sucedido, en una retrospectiva macabra en medios de prensa y redes sociales abundan hermosas fotografías y videos de la celebración de la boda en los que la pareja lucía radiante y feliz, entre familiares y amigos. Las publicaciones eran acompañadas por sublimes mensajes en los que el matrimonio, en especial Aguilera, mucho más activa en redes, compartía su felicidad con sus seguidores.
Controversia
Tras el asesinato del fiscal Pecci, la polémica también se ha hecho presente en Paraguay, pues hay quienes critican abiertamente la decisión del fallecido funcionario en el sentido de salir del país sin escolta, a pesar de las decenas de casos de alto perfil en los que había logrado enviar a narcotraficantes y otros delincuentes relevantes a la cárcel.
Otras posiciones justifican lo que finalmente terminó con esta historia de terror que obviamente Pecci no imaginó, y aseguran que el fiscal llevaba muchos años “preso” de la fuerte seguridad que lo acompañaba día y noche y que, como ser humano, estaba urgido de unos días de descanso y qué mejor que celebrar a solas su luna de miel y la gran noticia de que venía un bebé en camino.
En medio del estupor nacional, y también internacional, el martes el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, confirmó la tragedia y condenó el crimen en un mensaje en su cuenta de Twitter.
“El cobarde asesinato del fiscal Marcelo Pecci en Colombia enluta a toda la Nación paraguaya. Condenamos en los términos más enérgicos este trágico hecho y redoblamos nuestro compromiso de lucha contra el crimen organizado”, escribió.
En una rueda de prensa prometió que la institución que encabeza redoblará los esfuerzos “para seguir luchando contra el crimen organizado, contra el crimen trasnacional, contra el narcotráfico”.
Por su parte, Belinda Bobadilla, vicepresidenta de la Asociación de Fiscales del Paraguay, lamentó lo ocurrido y aprovechó para criticar la falta de presupuesto en seguridad de los funcionarios judiciales en su país.
“No lo podemos creer. La pesadilla que siempre teníamos presente de que algún día pudiera llegar a darse eso estamos viendo en forma palpable que finalmente se dio”, expresó a la emisora local Universo 970AM.
De acuerdo con Bobadilla, muchos jueces y fiscales no cuentan con los recursos para la protección integral de ellos y sus familiares: “Incluso no tienen ni para un chaleco antibalas”, señaló.
Sin embargo, ante estas declaraciones, la diputada de Paraguay Jazmín Narváez Osorio encendió la hoguera al manifestar, según reseñó CNN, que “el fiscal Pecci se fue a pasear y ‘se regaló' a los criminales”.
“Me resulta imposible, inconcebible imaginar que alguien haya logrado esto (salir del país sin protección) sin que haya sido seguido y sin que haya una cooperación internacional”, dijo con vehemencia la funcionaria.
Lo que sí es cierto es que la prensa paraguaya ha asegurado, con base en fuentes oficiales, que Pecci no informó de su viaje a ningún cuerpo policial, ni en su país de origen ni en su destino, Colombia.
Hasta una exclusiva playa en la isla de Barú en #Cartagena llegaron los delincuentes para atacar al fiscal Pecci @FiscaliaCol @PoliciaColombia @IvanDuque ofrece hasta 2 mil millones de pesos por información sobre autores del crimen. pic.twitter.com/0H6zaNo1qo
— John (@PilotodeCometas) May 11, 2022
Su decisión ha generado –como ya se mencionó– posiciones encontradas no solo en opiniones de prensa, sino en centenares de comentarios en redes sociales: unos empatizan con la decisión del hoy fallecido exfiscal, quien tenía una vida frenética en su lucha contra el crimen organizado y se merecía un respiro, y otros manifiestan su extrañeza de que, teniendo un perfil tan alto y habiendo logrado encarcelar a mafiosos muy peligrosos, se confiara de la manera en que lo hizo.
Por ahora, autoridades de Paraguay y Colombia han desplegado varios equipos con el fin de investigar la posibilidad de un complot internacional para el asesinato. El viernes 13 de mayo, autoridades colombianas revelaron sospechas de que la pareja había sido seguida desde Asunción por los sicarios, quienes habrían viajado en el mismo avión que Mauricio y Claudia. Incluso, investigan la posibilidad de que allegados al fiscal o a la pareja, hallan fugado información al grupo mafioso que se encargó de la “la inédita modalidad” del asesinato Pecci, según destacó El Espectador.
“La Fiscalía y la Policía señalaron que se recogieron más de 100 pruebas durante las 24 horas siguientes al crimen del fiscal antimafia paraguayo, asesinado en Cartagena el pasado martes. La forma en la que lo abordaron, desde un jet ski y en una playa, no tenía precedentes en el país”, aseguró el mencionado medio.
“El sentimiento nos unió en tan poco tiempo. Me siento bendecida y con ganas de vivir esta felicidad con intensidad, confiando en que juntos todo va a ser posible”, escribió en Instagram Claudia Aguilera, el día de su boda. 10 días después, su esposo sería asesinado.
¿Quién era Mauricio Pecci?
Según una reseña biográfica publicada por la BBC, Pecci era un gran aficionado al fútbol, concretamente era hincha del Club Guaraní de Paraguay, además de un amante de la aviación.
Tenía 45 años de edad y era fiscal especializado contra el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo.
Su carrera en el Ministerio Público empezó en el año 2000, cuando ingresó como asistente, según medios locales. Fue a partir del 2009 cuando inició su trabajo como fiscal y muy pronto se destacó por su trabajo en casos de alto perfil.
Por ejemplo, formaba parte de un operativo llamado “Ultranza”, dirigido en contra del narcotráfico y el lavado de dinero, y estuvo involucrado en la investigación sobre un atentado ocurrido en enero durante un concierto en Paraguay. Entre las dos víctimas mortales del tiroteo en ese evento estuvo la reconocida modelo local Cristina Vita Aranda, esposa del futbolista Iván Torres, quien milita en el club Olimpia de Paraguay.
También participó en el pasado reciente en la investigación sobre el asesinato de la hija de un gobernador regional, así como en el caso del exfutbolista brasileño Ronaldinho, cuando este fue detenido al tratar de entrar a Paraguay en 2020 con un pasaporte adulterado.
Otro logro suyo fue procesar al clan Sánchez Garcete, encabezado por Carlos Sánchez, alias ‘Chicharo’, por lavado de dinero.
El director de la Policía Nacional de Colombia, general Jorge Luis Vargas, indicó a la prensa que las autoridades ya están adelantando las gestiones urgentes y de carácter reservado que, según afirmó, “ayudarán a identificar a los responsables de ese lamentable hecho”.
La Policía de Paraguay también envió una delegación a Colombia que se sumará a la investigación.
Las autoridades Paraguay no descartaron que el fiscal Pecchi hubiese sido seguido hasta Colombia desde territorio paraguayo.
“Pensamos que el seguimiento pudo iniciarse acá”, dijo el miércoles a medios locales el comandante de la Policía Nacional del Paraguay, Gilberto Fleitas.
“Pudieron seguirlo desde acá. Se pudo haber hecho el trabajo de inteligencia desde acá y allá consumaron el hecho”.
Según Fleitas, se presume como parte de las hipótesis que barajan los investigadores que el ataque está vinculado con la labor del asesinado funcionario.
El jefe policial aseguró que entre los procesos a cargo de Pecci hay algunas “con condenas importantes”, que incluían incluso a extranjeros en el país.
El mandatario Mario Abdo informó que se había comunicado con su homólogo de Colombia, Iván Duque, así como con el gobierno de Estados Unidos, y que estos ofrecieron dar su apoyo para investigar lo ocurrido.
Abdo apuntó al “crimen organizado” al enfatizar la lucha, y la Fiscalía paraguaya habló de “cobardes” que se esconden detrás de “grandes estructuras criminales”.
La Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio San José, el centro donde estudió el renombrado funcionario, emitió un comunicado a través de su cuenta de Instagram donde expresó “un profundo pesar por el cobarde atentado” del fiscal, de quien señalan que “la valentía y el coraje adornaron su vida”.
“El Paraguay ha perdido a un gran hombre que pudo remar contra la corriente en un ambiente contaminado de corrupción y donde día tras día las virtudes se diluyen por acción del dinero y las amenazas”, dice el escrito.
Habla la viuda
Tras su regreso a Paraguay la noche de este jueves en el avión presidencial, escoltada por varios oficiales y acompañada también por fiscales que viajaron a Colombia para iniciar las pesquisas, la esposa y hoy viuda de Pecci, Claudia Aguilera, fue recibida con una inmensa cantidad de mensajes de solidaridad de sus coterráneos. Fue esperada por una comitiva policial oficial y por decenas de medios de comunicación, aunque ella había decidido no ofrecer declaraciones por el momento.
Sin embargo, en medio del duro trance, ella accedió a hablar brevemente con su colega, el periodista Óscar Lovera, de Unicanal, sobre el dantesco hecho.
Según detalla el portal Pulzo.com, de la charla que sostuvieron, Lovera le pidió consentimiento a Aguilera para comentar detalles que ella recordó sobre el asesinato de su esposo. Según el periodista, la viuda estuvo de acuerdo, pero reservó “otras cosas que evidentemente vamos a guardar por cuestión de seguridad”.
“Ella sí quería esto (que Lovera difundiera parte de su conversación). Con todos los medios de comunicación paraguayos y también colombianos ella se excusa por todo lo que ocurrió, y por ese estado de ánimo que aún no está en condiciones de poder hablar”, dijo el periodista en una declaración difundida por la cuenta de Twitter de Unicanal.
Lovera remarcó que Aguilera “sí quería que hagamos ese relato” de lo que sucedió ese día. “Ella cuenta, por ejemplo, lo cual es parte de la investigación, que el fiscal Marcelo Pecci tenía la costumbre, a partir de que se instalaron en el resort, de ir a reservar las sillas de reposo con mucha anticipación, debido a que ahí había muchos turistas que hacían lo mismo, para lo que uno tenía que ir a dejar algo, un objeto propio ahí para reservar”.
Esa mañana, siempre de acuerdo con el relato de Lovera, Aguilera “le había pedido a su esposo que no lo hiciera, que se sentaran a desayunar tranquilos”.
“Retornaron a la habitación y después de las 7:00 de la mañana, él finalmente fue a hacer esa reserva de las reposeras dejando (algo) ahí… Fueron e hicieron ese último día de playa, esas últimas horas de playa, y cuando llegaron las 11:00 de la mañana, ambos se habían parado, o él al menos se había parado como para entrar a caminar ahí sobre el mar un poco”, cuenta Lovera que le dijo Aguilera.
La versión de la viuda de Pecci difundida por Lovera sostiene que cuando el fiscal retornó de su breve caminata por la playa, “se sacudió un poco la tierra que tenía con la toalla, y, en ese momento, ocurrió el ataque. Todo fue muy rápido, relata Claudia”.
“(Los asesinos) Llegaron en una moto acuática”, le dijo la mujer a su colega, y confirmó que el hombre que se ve en la fotografía que difundió la Policía de Colombia “efectivamente es el tirador. Él es el que disparó el arma”. Ella estaba a dos metros de su esposo, aún en la silla de playa.
Claudia también recordó detalles del aspecto del homicida. “El hombre de tez oscura, de 1,78, usaba sombrero, de una complexión física muy delgada, pero con los músculos muy marcados”, lo describe ella, quien agregó que el hombre “extendió el brazo directamente hacia Pecci y percutió tres veces el arma”, agregó Lovera.
“Uno de los disparos lo recibió en el cuello, otro en un costado. Él cae tendido al suelo”, continúa Lovera, ofreciendo detalles del trágico momento que le reveló Aguilera. “Posteriormente, ella vuelve y dirige la mirada hacia ese hombre que iba huyendo, porque le costaba un poco entender todo lo que estaba pasando. Y la gente intentó, cuenta ella, que los turistas que estaban ahí intentaron de una u otra manera reaccionar porque ella escuchó que muchos dijeron ‘¡Atrápenlos! ¡Atrápenlos!’”.
Esa fue, según la versión de Aguilera ofrecida por Lovera, la razón por la cual el sicario volvió a disparar “para cubrir la huida”. “Sube a la moto acuática y huyen finalmente, tomándose el tiempo de ir a devolver esa moto donde la habían arrendado ese mismo día”, comentó Lovera. Todo eso ocurre en un lapso de 13 a 15 minutos, según lo que Aguilera le contó a su colega.
“Los estruendos no eran lo suficientemente fuertes. Por eso, no entendía ella. Pensó que era un juego, pensó que se trataba de atractivo turístico, porque al principio no sonaba como un arma. No supo describir qué tipo de detonación fue”, prosiguió Lovera, reproduciendo el estremecedor relato de la viuda del fiscal.
Aguilera solo se percató de la magnitud de lo que había pasado “cuando ve la sangre”, dijo Lovera, y después reprodujo literalmente una expresión de la viuda de Pecci que hace presumir a los investigadores que el objetivo predeterminado siempre fue el fiscal Pecci: “Ellos fueron directo a él. A mí no me miraron”.
Marcelo Pecci, de 45 años, era fiscal especializado contra el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo en Paraguay