Cuando el árbitro marfileño Songifolo Yeo levantó la pantalla electrónica para anunciar la variante, en el último minuto de la prórroga, la estrategia de Louis van Gaal fue más que evidente.
Guardarse el tercer cambio hasta el minuto 120 y sacar al guardameta Jasper Cillessen, cuando se venían los lanzamientos de penal, dejó claro que Tim Krul era su carta bajo la manga.
Escondido desde que comenzó el Mundial, como tercer portero de la selección holandesa, Krul era prácticamente un invitado en Brasil 2014.
Desde el banquillo, vio cómo sus compañeros se clasificaron hasta cuartos de final tras dejar en el camino a España, Australia, Chile y México..., pero Van Gaal tenía preparada una sorpresa.
“Es algo que habíamos pensado por adelantado. Pensamos que Krul era el más adecuado para una tanda de penales. Es un jugador que puede llegar a todas las esquinas de la portería. Por eso nos preparamos”, confesó el timonel.
Fue el secreto entre Van Gaal y Krul. El arquero Krul calentó en dos minutos y saltó al campo. Jugó un minuto más y se colocó en la línea de sentencia.
Se mostró seguro, le dio la mano a cada uno de los cobradores ticos y hasta se dio el lujo de encararlos. Con su 1,93 de altura, el arquero de 26 años era un muro que hacía más pequeña la portería a los jugadores de Costa Rica.
Ironías de la vida, Krul había tapado únicamente dos penales de los 20 que le habían lanzado en las últimas cinco temporadas de la Premier League . Ayer repitió sumó dos, quizá los más importantes de su carrera deportiva.
Al detener los disparos de Bryan Ruiz y a Michale Umaña, él solo arregló la situación en la que se había metido Holanda.
“La clave es aguantar lo máximo posible y luego elegir. Si entonces tienes éxito, ¡fantástico!”, reconoció el guardameta a la televisión holandesa tras el partido en el Arena Fonte Nova.
“¡Parar dos penales, eso no es normal! Este es el momento por el que has trabajado durante siete semanas. Así que, si lo consigues, fantástico”, añadió.
Golpe maestro. Van Gaal apostó por un movimiento inédito en los Mundiales y ganó. Tim Krul quedará ahora como el héroe, el as bajo la manga que puso a Holanda en semifinales.