Seúl, Corea del Sur. Solo Keylor Navas salvó a la Selección Nacional del completo anonimato a su llegada a Corea del Sur, detectado por un único aficionado que lo persiguió por los pasillos del Aeropuerto Internacional de Incheon en busca de un saludo.
Igual que sucedió en Omán, fue el portero del Real Madrid quien rompió con la lógica de una llegada tranquila y casi desapercibida a Seúl, donde el martes a las 5 a. m. la Tricolor enfrentará a los locales en el segundo y último juego de su gira por Asia.
Sin un solo periodista surcoreano ni personas pidiendo autógrafos o fotografías, los jugadores de la Sele aparecieron en la terminal con caras de sueño debido al largo viaje de ocho horas desde Dubái.
Uno a uno los ticos fueron saliendo para acabar así con una travesía que se alargó más de lo deseado, pues el vuelo se atrasó una hora y arribó hasta las 5:50 p. m.
A su llegada la Sele fue recibida por el embajador Manuel López Trigo. Asimismo, personal del Consulado costarricense en Corea sirvió de escolta hacia el hotel.
En el equipo ya viajaba Michael Umaña, quien no asistió al duelo contra Omán por problemas con su visa pero se unió al grupo en Dubái, antes del viaje hacia Seúl.
“Es un rival más difícil y muy rápido pero confío en que podemos sacar un buen resultado y un buen aprendizaje”, declaró Umaña.
La Tricolor tendrá hoy un primer entrenamiento y el lunes reconocerá el estadio donde se jugará el amistoso ante los surcoreanos.