Los montañistas conocen como la ‘zona de la muerte’ el desafíar los 7.500 msnm, donde se encuentran las peores condiciones del recorrido a la cima de una montaña de más de 8.000 metros, por la escasez de oxígeno y los fuertes vientos que hacen descender rápidamente la temperatura ambiente.
Ante tales condiciones a los seres humanos se les hace imposible la aclimatación en esta zona. Por ello deben subir rápido, pero a un ritmo constante y bajar de la misma manera. El tiempo de ascenso y descenso es crucial para superar el entorno de la montaña y no perder la vida.
Frente a esas situaciones sumamente adversas se enfrentará el escazuceño, cuando a partir del 15 de mayo se proponga ascender el el Monte Everest, el más alto de planeta con 8.848 metros sobre el nivel del mar (msnm) por segunda ocasión, tras ser el primer costarricense en lograrlo el 24 de mayo del 2012.
Pero Warner, quien partirá a Nepal este domingo 12 de marzo, espera en la misma expedición lograr cumbre en el Monte Lhotse, la cuarta montaña más alta de la tierra con 8,516 msnm y la cual se encuentra a la par del Everest en la Cordillera del Himalaya.
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Warner Rojas Chinchilla tiene todo dispuesto para asumir uno de sus retos más peligrosos como montañista, al exponer su organismo a un doble enfrentamiento con la denominada “zona de la muerte”.
“La intención es primero ascender al Everest cuando se abra la ventana a partir del 15 de mayo. Descender al Campo 4 del Everest (7400 msnm) y dormir entre ambas montañas. Al día siguiente llegar al Campo 4 del Lhotse y tratar de hacer cumbre. Para ello tendremos abastecidos los dos campamentos para lograr el objetivo que nos planteamos”, admitió Rojas.
Más independencia
Warner explicó que para sus escaladas contrató a la empresa Seven Summit, que además de proporcionarle el sherpa o guía, también le dará la logística e implementos necesarios para hacer ambas cumbres en menos de 30 horas, dado lo peligroso que puede ser el intento.
“En está oportunidad no vamos a ir con un grupo grande, sino que iremos prácticamente solo el Sherpa y yo, para lograr tener mayor movilidad en la montaña. Eso nos garantiza mayor independencia y evitar las filas y los tumultos en los lugares más peligrosos, como el sector de las grietas y las escaleras, para subir rápido al Everest y no desgastarnos mucho en la parte física”, declaró Rojas.
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Warner vivirá la misma experiencia, tanto en el ascenso al Everest como al Lhotse, para lo cual se ha venido preparando fuertemente y además tiene planteada una estrategia para aprovechar al máximo sus recursos y afrontar uno de sus mayores desafíos en la montaña.
“A raíz de que China tuvo por mucho tiempo cerrado el acceso el Everest, por la situación de la pandemia de la covid-19, tomamos la decisión de ascender de nuevo por la cara Sur, por donde subí la primera vez. Pero para hacerlo más complicado también vamos a subir el Lhotse, realizando una buena aclimatación”, comentó Rojas.
El montañista indicó que, guardando las distancias, por la altitud y la complejidad de las montañas y las condiciones climáticas, es como si en nuestro país primero intentará subir al Cerro Chirripó (3.821 msnm) y posteriormente el Ventisqueros (3.812 msnm).
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El escalador tico en setiembre del 2022 intentó hacer cumbre en el Monte Manaslu, 8,163 msnm, sin embargo, una serie de avalanchas al final le hizo tomar la decisión de desistir.
En esos días en Manaslu se registraron dos fallecidos, un alpinista nepalí y la alpinista estadounidense Hilaree Nelson, así como a 15 heridos de gravedad, lo que llevó al tico a abortar el ataque a la cumbre, que estaba planeado para el miércoles 28 de setiembre.