Mulhouse, Francia. El alemán Tony Martin (Omega), el “hombre bala” del ciclismo, triple campeón mundial contrarreloj, conquistó en la montaña de Los Vosgos su primera victoria en línea en el Tour, en una jornada de transición en la que Vincenzo Nibali “prestó” por un día el maillot amarillo del líder al francés Tony Gallopin (Lotto).
El día de los Tonys. El Tanque de Cottbus, de 29 años, sacó oró de la escapada inicial de 21 hombres y fue el héroe de la segunda etapa de montaña. Completó 155 kilómetros de fuga, de ellos 65 en solitario, sorteando cuán escalador seis puertos. Atacó en el Gran Balón de Alsacia y a modo de contrarreloj resistió hasta la meta.
El rey del cronómetro firmó así su tercera victoria en el Tour, pero la primera en línea. Y remató la fuga, no como en la Vuelta 2013, cuando después de rodar en solitario 175 kilómetros le cazaron a 20 metros de la línea. Esta vez la cruzó con un tiempo de 4h:9m:34s y un adelanto de 2:44 sobre sus compañeros iniciales de fuga.
“El objetivo era ganar la etapa. Tuve la oportunidad de lograrlo y me sentí bien, mis piernas estaban bien”, dijo Martin. “Sabía que iba a ser una de mis raras oportunidades de ganar una etapa”.
A 7:45 minutos llegó el grupo del líder Vincenzo Nibali con el resto de favoritos, en una jornada de semitransición, en espera del duelo por todo lo alto de hoy lunes en La Planche des Belles Filles, donde empieza “otro Tour” y se espera otra gran batalla entre los candidatos a la general.
Este retraso puso de líder a Tony Gallopin, de 26 años, el primer francés que se pone el maillot amarillo en los tres últimos años. Un ciclista de pedigrí que sabe que será rey por un solo día. Hijo de corredor, sobrino del director del Trek, Alain Gaallopin y pareja de la ciclista Marianne Rousse. El ganador de la Clásica de San Sebastián 2013 adelantó la Fiesta Nacional del 14 de julio.
“Con gran orgullo voy a correr en el día nacional con la camiseta amarilla”, dijo Gallopin. “Asusta un poco, pero voy a disfrutar”.
La general cambió de cara, pero sus protagonistas son los mismos. Nibali es segundo a 1:34 de Gallopin y mantiene la renta en torno a 2 minutos sobre Porte, Kwiatkowski, Valverde y Contador.
A nadie sorprendió que Nibali y Astana soltaran la prenda dorada. Permitió la escapada del día para ello. Un día menos de carga y menos tiempo que perder al final de la etapa. Directo al hotel para el masaje, cenar y descansar, ahorrando el tiempo que lleva pasar el control antidopaje, atender a la prensa y compromisos con la televisión.
Tiempo que hará falta en la cita clave de los Vosgos. La novena etapa entre Gérardmer y Mulhouse, de 170 kilómetros fue de tregua, que no de paseo.
Las mentes estaban puestas en La Planche des Belles Filles, final en puerto de primera que examinará las fuerzas de cada uno. “Habrá diferencias”, anuncia Eusebio Unzué, director del Movistar.