Nueva York
Cuando supo que Leonardo Mayer iba a ser su primer adversario en el Abierto de Estados Unidos, Roger Federer activó las alarmas.
En procura de conquistar su primer título de Grand Slam desde que se proclamó campeón de Wimbledon en 2012, Federer arrancó en el US Open con un despliegue demoledor al vencer ayer por 6-1, 6-1 y 6-2 al argentino Mayer.
Federer tenía muy presente lo que había ocurrido el año pasado en Shangai, la única ocasión previa que se había medido contra Mayer: el astro suizo debió levantar cinco match points antes de un imponerse en un desempate en el tercer set.
“ Me había tomado con extrema seriedad este partido” , dijo Federer. “Por momentos, casi que consideré que me lo había tomado demasiado en serio”, dijo el campeón de 17 grandes.
“Tuve suerte en Shanghai, y por eso tenía esa idea en la cabeza que iba a tener un mal día. Además, entrenamos juntos el día del sorteo, y había lucido muy bien en el entrenamiento”, añadió el astro suizo.
Al final de cuentas, el recelo de e jugador suizo estuvo totalmente injustificado.
“Jugué muy atado, muy nervioso” , dijo Mayer, número 34 en el ranquin quien no tuvo oportunidad ante el helvético.
El suizo de 34 años, que busca convertirse en el campeón más viejo de Nueva York en 45 años, disparó 12 aces y 29 tiros ganadores y quebró el servicio de Mayer en en seis ocasiones.
El próximo rival de Federer en la segunda ronda será el ganador del partido que disputen el belga Steve Darcis y el chipriota Marcos Baghdatis.
Por su parte Novak Djokovic. número uno del mundo, se medirá hoy a Andreas Haider-Maurer (AUT) en el turno de la noche.