Fernandes llegó al juzgado de homicidios entre un gran tumulto popular y acompañado por un amigo suyo, conocido como Macarrao. Sobre éste también pesaba un orden de prisión temporal de cinco días por su posible implicación en el caso, junto a otras cinco personas, entre ellas la actual mujer del portero.
Según la prensa local, fuentes próximas al caso dijeron que Fernandes negó todas las acusaciones y dijo que solo hablaría ante un juez.
Hoy debe decidirse si se le transfiere o no al estado de Minas Gerais, donde el jugador tiene una hacienda y donde se cree que la joven examante fue llevada tras su secuestro en Río de Janeiro por Macarrao y un joven de 17 años, que sería primo del portero.