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A. J., hijo de James Galante (derecha), era un fanático del hockey y la lucha libre. Foto: Netflix
Mafia, hockey y violencia. Esos son tres ingredientes fundamentales alrededor del documental que cuenta Netflix en ‘Mafia sobre Hielo’, o en inglés ‘Crime and Penalties’, otro de los capítulos de la serie de reportajes deportivos en los que se exploran detalles poco conocidos de una historia.
Aunque los Danbury Trashers eran un equipo de hockey sobre hielo que pertenecían a una liga muy debajo de la National Hockey League (NHL) de Estados Unidos, fueron noticia en 2004, tanto que más de 17 años después vale la pena recordar qué sucedió.
Eso es lo que hace Netflix en este capítulo de la serie ‘Untold’ (Al Descubierto), la cual está compuesta de cinco episodios sobre diferentes eventos históricos. Sin duda, este capítulo se diferencia de los demás por lo sorprendente, impactante y hasta surrealista. Incluso los arrebatos del piloto de F1 Michael Schummacher, en otro capítulo de la serie, y los golpes en la batalla campal entre los Pistons y los Pacers se quedan cortos con esta historia sobre hielo.
Un multimillonario inmerso en el negocio de la recolección de basura y vinculado con la mafia italiana compra un equipo de hockey por diversión y convierte a su hijo, de 17 años, en el gerente general. Solo eso ya provoca intriga de saber quiénes eran los Danbury Trashers. Para averiguarlo solo se necesita 1 hora y 30 minutos que se le irán volando.
Como ha sido la tónica en estos reportajes, hay participación de las figuras más importantes, desde el dueño del equipo, James Galante, su hijo A.J., exjugadores, un agente retirado del FBI y un exfuncionario de la liga United Hockey League, entre otros.
Los Danbury Trashers tenían como objetivo ser un equipo agresivo, y cuando se dice agresivo es más allá de las peleas acostumbradas en el hockey. Se dieron a la tarea de buscar jugadores de acuerdo a esas características y lo consiguieron. Por eso también impusieron un récord en su primera temporada, siendo el equipo con más castigos.
Su violencia sobre el hielo rozó lo irracional, pero los jugadores tenían grandes motivos para hacerlo, es ahí cuando el deporte se vincula con la mafia. Todo parece estar tan cercano a la realidad, que los mismos protagonistas lo admiten.
Que pagaran a los jugadores por debajo de la mesa, rompiendo con el tope salarial de la liga termina pareciendo un mal menor en un equipo que no permitía a nadie interponerse en su camino.Todo eso, con una afición tan identificada que se convirtió prácticamente en una copia de la actitud en la cancha.
El hockey fue un pasatiempo, pero rápido se convirtió en parte de los negocios que también incluyó delitos, a los cuales después debió enfrentarse Galante. En 2008 admitió cargos de extorsión, conspiración para cometer fraude electrónico y defraudar al Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés).
Danbury Trashers, originarios del estado de Connecticut, pasaron de llamar la atención por su juego rudo y aparecer en ESPN Deportes a convertirse en un caso de estudio del FBI, que ya andaba tras los pasos de los negocios vinculados a la basura.
Escandalosa, casi como sacada de un invento de Hollywood, reveladora y ¿por qué no?, entretenida.
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