Nairo Quintana y sus principales perseguidores en la Vuelta a España volvieron a demostrar que no se quitan ojo al cruzar juntos este miércoles la meta de la décimo sétima etapa, entre Castellón y el alto de Mas de la Costa, en Llucena (este), que ganó el suizo Mathias Frank (IAM).
Frank, que hizo un tiempo de 4:34:38, se impuso en la meta al checo Leopold Konig (Sky), segundo a 6 segundos, y el holandés Robert Gesink (Lotto), tercero a 11 segundos.
"Estoy muy contento. He estado a menudo cerca de esta victoria en esta la Vuelta", afirmó Frank, tras la etapa, que no ha comportado cambios entre los favoritos de la general.
Quintana mantiene el maillot rojo de líder tras entrar en meta a 3:27 del ganador junto a su más inmediatos perseguidores: el británico Chris Froome (Sky), el español Alberto Contador (Tinkoff) y el también colombiano Esteban Chaves (Orica).
El líder de la Vuelta reconoció que este miércoles pasó algo de nervios pensando en la dura llegada de la etapa, en un corto alto de primera categoría, con rampas de hasta el 21%.
"Es un puerto muy duro. Tenía cierto nerviosismo porque son finales cortos y de mucha potencia, pero al final llegué con el mismo tiempo que los rivales", afirmó el colombiano.
"Me he defendido bien y espero seguir haciéndolo estos días que faltan" hasta llegar a Madrid el próximo domingo, dijo Quintana.
El líder de la Vuelta mantiene sus 3:37 de ventaja sobre Froome, segundo en la general, mientras Chaves sigue tercero a 3:57 y Contador es cuarto a 4:02.
Frank se impuso en la meta tras formar parte de una escapada de 28 corredores que llegó a tener hasta 7 minutos de ventaja sobre el gran pelotón, en el que los favoritos de la carrera recorrieron los 177,5 km de la etapa.
El suizo del IAM se marchó de la fuga junto al italiano Dario Cataldo (Astana) a unos 20 km de la meta en el inédito alto de Mas de la Costa.
En los últimos tres kilómetros de la subida al alto de Mas de la Costa, Frank logró abrir brecha con Cataldo para acabar imponiéndose en la llegada en solitario.
Esos tres últimos kilómetros de dura subida fueron también los elegidos por Alberto Contador para lanzar un ataque, al que respondieron Quintana y Chaves.
Froome, que se quedó algo rezagado en el salto de Contador, consiguió finalmente alcanzar a los otros tres favoritos a falta de 500 metros para el final, con lo que los cuatro entraron juntos en la meta.
"Quizás haya demasiada vigilancia" entre los favoritos de la Vuelta, dijo Contador, tras una etapa que consideró "espectacular", pero poco propicia para revolucionar la general.
"Son etapas que siempre llaman a la gente, pero a la hora de hacer diferencias o dar un vuelco a la clasificación es mucho más complicado porque, al final, la diferencia de velocidad entre unos y otros es un kilómetro por hora", explicó Contador.
El jueves se disputará la etapa entre Requena y Gandía, de 200,6 km de recorrido y con un final propicio para los velocistas antes de afrontar las dos últimas etapas decisivas: la contrarreloj del viernes de 37 km entre Xàbia y Calp y la etapa con final en el Alto de Aitana (de 193,2 km) el sábado, en la víspera del final de la carrera en Madrid.