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Myriam Guillot llora por el estado de delirio en que entró su marido y coequipero en Thule, Jacky Boissat (izq.), ante la dureza del Mundial. | ALEXÁNDER OTÁROLA (Alexander Otarola Rojas)
Puerto Viejo, Sarapiquí. Por la buena organización y la dureza extrema que ha tenido el Campeonato Mundial de Aventura que aún se realiza en el país, Craig Bycroft, director de Adventure Race a nivel global, dijo que Costa Rica puso un nuevo parámetro en la prueba.
Tales declaraciones se las dio Bycroft, de origen australiano, a Alexánder Baker, director de la competencia en suelo tico.
“Bycroft me expresó que Costa Rica ubicó las pruebas de aventura en otro nivel no solo por la brutalidad de la carrera, si no por la forma como se manejó toda la logística y organización”, comentó Baker.
El director explicó que uno de los aspectos más gustados por Bycroft es que se usó el formato de prueba de aventura de expedición y no la de aventura en sprint .
“La tendencia de los últimos años es que los equipos terminaban el Mundial en cinco días, pero acá les llevó ocho (Thule, de Suecia, triunfó el lunes pasado después de 168,5 horas), y eso dice mucho de lo duro que estuvo”, apuntó.
“Tuvimos una competencia lineal de expedición, eso gustó mucho a todos los equipos, aunque hay algunos que ya me dijeron que no me van a mandar tarjeta de Navidad (risas)”, añadió Baker.
Lo complicado del trayecto de 815 kilómetros fue evidenciado por Albert Roca, español que integra Thule, nuevo campeón mundial, quien señaló que no pudo disfrutar nada porque todo era fuertísimo.
“Fue mucho de todo, no eran solo 50 kilómetros de kayac, no, eran 100, y así fue todo, muy extenso y cansado... fue durísimo”, manifestó Roca, de 30 años, el lunes, poco después de atravesar la meta ubicado en Puerto Viejo de Sarapiquí.
Esta edición del Mundial, que por primera vez tocó dos fronteras y dos mares, llevó a los atletas por lugares como Sabalito, Ciudad Neily, Golfito, Golfo Dulce, Rincón, Bahía Drake, Palmar Sur, San Gerardo, Chirripó y Paso Marcos.
También por Bajo Pacuare, Tres Equis, Siquirres, Pacuarito, Tortuguero, La Pavona y La Trinidad.
Otra prueba de la cruel ruta trazada tanto por Baker como por el español Antonio de la Rosa, su socio en el Mundial, fue que el campeón del mundo del 2012, Seagate, abandonó a un día antes de acabar, cuando estaba de líder.
“No es que el retiro de Seagate sea un triunfo para nosotros, pero eso demostró que fue brutal y de un nivel técnico altísimo. Después del día tres todo se deteriora más rápido, la mente pasa a otro nivel. Ya vimos al de Thule (Jacky Boissat), quien perdió la noción de lo que hacía y eso es porque hubo mucha exigencia”, agregó Baker.
Atención médica. Ayer, luego de ocho días de competencia, Alekcei Murillo, médico de la Clínica Bíblica y encargado de la atención de los atletas, expresó que ya habían atendido a 250 competidores.
“La mayor cantidad de los casos es por problemas con los pies, como ampollas, dermatitis (inflamación de la piel) e infecciones con hongos; también dolores abdominales y diarrea, y en pocas ocasiones problemas con la altura, quebraduras y esguinces”, informó Murillo.
El médico señaló que la cifra podría ascender a 400 atendidos.