Bélgica es la cuna del ciclocrós (CX), disciplina del ciclismo que combina terrenos diversos (asfalto, tierra, barro) e incluso obstáculos. Ahí se desarrolló una Copa del Mundo el fin de semana, y ahí estaba la bandera de Costa Rica, gracias a Felipe Nystrom, quien además provocó que la afición belga se inventara un cántico para apoyarlo.
‘Costa Rica, Costa Rica, Costa, Costa, Costa Rica’, cantaron los locales mientras a Nystrom se le erizó la piel y no aguantó las lágrimas. Entre más lloraba, cuenta entre risas, más fuerte sonaban los cantos de los belgas.
En octubre anterior el pedalista hizo historia, porque hasta ese momento ningún costarricense había competido en una copa del mundo de ciclocrós y él lo hizo en Estados Unidos, donde reside desde hace algunos años tras superar sus problemas de drogadicción.
Nystrom irrumpió en el ciclismo élite de Costa Rica cuando ya era un adulto. Empezó a destacar en el pelotón tico y en el 2019 se coronó campeón nacional de ruta. Sin embargo, desde hace unos meses decidió incursionar en esta disciplina del ciclismo, mucho menos explorada en Costa Rica, pero de gran importancia en Europa, donde está compitiendo actualmente y se roza con los mejores del mundo, entre ellos Tom Pidcock, ficha del Ineos, mismo equipo de Andrey Amador, y a quien pudo conocer en una carrera en Holanda.
Después de esa competencia, la cual finalizó en el puesto 59, partió a Bélgica para vivir “el único y famoso circuito en Namur”, contó. La experiencia por sí misma era emocionante para Nystrom, pero el apoyo de la gente la hizo aún más.
La dureza del circuito le impidió culminar la carrera y debió salir por reglamento, ya que estaba quedando muy rezagado respecto a los líderes, aunque eso no significa que quedara eliminado; fue ubicado en el puesto 51. Al saber que no podía seguir, decidió caminar hasta el sector donde había más gente dándole aliento con la misión de agradecerles. Pero para su sorpresa, conforme iba avanzando, más apoyaban desde otras zonas del circuito e incluso le pidieron fotografías.
“Cuando llegué a la cuesta donde estaba la mayoría de gente y les estaba tratando de agradecer comenzaron a cantar el nombre de nuestro país. Yo no aguanté y me puse a llorar y donde me vieron así, con más ganas cantaban el Costa Rica”, dijo a La Nación.
La emoción pudo más, tanto que cuando repasa los videos vuelven los mismos sentimientos: “No sé cómo explicarlo (...) Yo estaba con los pelos de punta, y cuando veo los diferentes videos se me eriza la piel”.
Su coraje y los colores de la bandera nacional se robaron las miradas del público y los medios de comunicación de Bélgica, porque a después de la carrera no pararon las llamadas para entrevistas.
“Esa carrera es una de las principales del calendario del CX y una de las más reconocidas en el mundo. Fue el circuito más duro que jamás he corrido. Unas subidas durísimas, descensos técnicos. Se pasaba de barro a gravel, a adoquines y no había dónde descansar. Más allá del resultado, lo verdaderamente increíble fue el calor de la afición belga. No hubo momento donde no se escucharan los gritos de Allez Costa Rica y pura vida. Algunos hasta sabían mi nombre”.
“Estamos hablando de uno de los “templos” del CX, en la cuna del ciclismo, y por varios minutos nuestro país estuvo en lo más alto de los presentes”, finalizó.
La participación también le dejó varios puntos UCI y ahora se ubica en la posición 131 del mundo, a falta de una carrera para cerrar el año, este domingo en Dendermonde, también en Bélgica.
Esta carrera será la primera vez en lo que va de la temporada donde estará presentes los tres grandes del CX de este momento: Wout Van Aert, Marhieu Van der Poel y Tom Pidcock.
Nystrom regresará a Estados Unidos el 27 de diciembre para terminar su preparación antes de enfrentar el Mundial de CX el 30 de enero.