Su amplia sonrisa se apaga y el silencio previo a su respuesta y la seriedad en su rostro reflejan la angustia y el dolor que vivió el ciclista Andrey Amador, testigo del accidente que experimentó su compañero del equipo Ineos Grenadiers, el colombiano Egan Bernal, el pasado 27 de enero.
Las risas, las bromas el buen ambiente acabó poco después del desayuno, aquel día cuando Bernal junto con Amador, el ecuatoriano Richard Carapaz, los colombianos Daniel Felipe Martínez y Brandon Rivera y el español Omar Fraile salieron a rodar en el sector de Gachancipá, Cundinamarca, en Colombia. y poco después Egan chocó contra la parte trasera de un bus intermunicipal, que estaba detenido.
La noticia conmocionó a Colombia y al mundo del ciclismo, cuando se conoció la gravedad de las lesiones del campeón del Tour de Francia del 2019 y el Giro de Italia del 2021.
Bernal, tras llegar al hospital, fue sometido a dos cirugías para estabilizar la fractura del fémur y de la rótula de la pierna derecha y otra para controlar el problema de las vértebras torácicas, que era lo que más preocupaba a los médicos.
El mismo Bernal en sus redes sociales, un día después del incidente, escribió: “Después de haber tenido un 95% de probabilidad de haber quedado parapléjico y casi perder la vida haciendo lo que más me gusta hacer, hoy quiero agradecer a Dios, a @ClinicaUsabana, a todos sus especialistas por hacer lo imposible, a mi familia, @mafemotas y a todos ustedes por sus deseos. Sigo en UCI a espera de más cirugías, pero confiando en Dios todo va a salir bien”, escribió.
‘La vida cambia en minutos’
Andrey, poco después de compartir con los atletas del Comité Cantonal de Deportes de San José, durante un conversatorio en el gimnasio BN Arena de Hatillo, no ocultó que fue un amargo momento, pero confía en que su compañero pueda mejorar día con día, tal y como ha evolucionado hasta el momento.
“Fue un golpe durísimo para los compañeros, para el equipo y para él. Es Egan quien lo está sufriendo, lo está viviendo. Al día de hoy sigo sin creerlo. Todo estaba en la concentración muy bien, vacilando, desayunando juntos, en un gran buen ambiente”, comentó Amador.
“En cuestión de una hora, minutos, ver a una persona en un estado tan delicado.... Poderle desear muchísima fortaleza, que siga adelante, que pronto esté de vuelta, pueda hacer su vida normal, se pueda recuperar sin ninguna dolencia. El tema deportivo va a un segundo plano. Lo importante es que estas personas, que tienen tanta clase y talento, vamos a tenerla, en nada, de vuelta muy pronto”.
El ciclista junto con todo el equipo de Ineos han estado pendientes de la salud de Bernal y aunque está en el país para entrenar y estar al frente del evento El Gran Fondo de Andrey Amador, a realizarse el próximo domingo 13 de febrero, toma su tiempo para conocer las últimas noticias.
“Hemos estado siempre pendientes. No hemos hablado con él. No queremos avasallarlo, es una situación que hasta probablemente le cuesta hablar. Tiene fracturas en las costillas, yo sé lo que es eso, uno no quiere hablar con nadie, no puede forzar la voz”, explicó Amador.
“Sabemos que está bien, que salió bien de las operaciones. Hablamos con los médicos y nos han tranquilizado. Todo lo dejamos en manos de los profesionales, en manos de Dios, en manos de él porque está muy bien cuidado”. añadió.
Sobre el accidente, el pedalista tico prefiere no ahondar en detalles y admite que es una situación que se puede vivir en la carretera mientras se entrena.
“Realmente no lo logré ver, fue un accidente contra un bus. Esto es parte del ciclismo, parte de la vida, parte de la bici. A veces uno no se imagina cómo en cuestión de segundos puede cambiar todo. Lo importante es que está bien, está con vida, se encuentra bien mentalmente, está posteando cosas en las redes sociales y nos quedamos con eso y así olvidar el momento”, enfatizó Amador.