Dispuestos a poner su nombre en la historia del automovilismo, los hermanos Emilio y Roy Valverde buscarán mañana la cuarta corona consecutiva en la pista.
Hijos del expiloto Roy Valverde, quien hoy les dirige y aconseja, estos “veteranos” corredores tratarán de confirmarse en una temporada que no ha sido nada fácil.
Tras cinco pruebas disputadas, los Valverde, quienes corren un Nissan Primera, suman 473 puntos, seguidos de la dupla formada por Tomás Quirós y Óscar Badilla, con 410, y Daniel Muñiz, 372.
Para que los Valverde se aseguren el título tendrían que conseguir una diferencia de 64 puntos con respecto al que se ubique de segundo, puesto que esa es la cantidad de unidades que estará en juego en la final, el domingo 21 de octubre.
En la jornada de mañana el ganador puede adjudicarse 123 unidades, siempre y cuando triunfe en los cuatro heats (cada uno da 30 puntos al primer lugar), y se deje la pole position (un punto), la vuelta más rápida (uno) y la vuelta líder (uno), que la gana el que tiene más giros de primero en una manga.
“La idea es ir a tratar de hacer la mejor carrera posible y lograr la mayor cantidad de puntos, hay una opción de ganar el título en esta fecha, pero para eso también dependemos del resultado de los dos competidores que van peleando contra nosotros”, dijo Roy Valverde.
El piloto se refiere al Nissan Primera de Quirós y Badilla, y el Honda Civic de Daniel Muñiz.
A diferencia de las tres temporadas anteriores, en las que los Valverde llegaban a la penúltima jornada ya con corona en la mano, ahora los rivales los amenazan.
“Tomás (Quirós) ganó una carrera, (Daniel) Muñiz otra, (José Andrés) Montalto otra y nosotros dos, así que este año el campeonato ha estado más parejo. Igual hay otros como (Javier) Collado y (Carlos) Chotocruz, y Charlie (Fonseca), que andan bien, el grupo ahora es más compacto”, añadió.
Según Óscar Badilla, el hecho de que existan las parrillas invertidas (el auto que terminó primero en un heat, al siguiente sale de último, y así sucesivamente) vuelve las carreras más complicadas.
“Con las parrillas invertidas la estrategia es terminar. Si tenemos oportunidad vamos a luchar por el primer puesto”, indicó Badilla.
En el caso de Muñiz, quien volvió en el 2012 a la pista tras cinco años retirado, el domingo estrenará motor y suspensión trasera.
Ello, según el corredor, le genera optimismo “pues en las pruebas el carro se siente mucho mejor”.
“Hemos venido de menos a más, esta es una categoría que cada vez se ha hecho más competitiva, hasta ahora estamos contentos con los resultados, pero queremos más”, manifestó el miércoles Muñiz.