El empresario Minor Vargas tiene una posibilidad de paliar su difícil situación: acogerse al Convenio de Estrasburgo, el cual permite que presos en un país extranjero puedan cumplir la pena en su nación de origen.
Vargas fue detenido en Estados Unidos el 19 de enero del 2011, encontrado culpable de siete delitos de fraude y tres de lavado de dinero el 30 de abril del 2012 y condenado el pasado martes a pasar 60 años en la cárcel.
Reynaldo Villalobos, subdirector de Adaptación Social, dependencia del Ministerio de Justicia, dijo que Vargas tiene derecho al Convenio de Estrasburgo.
“Como cualquier ciudadano costarricense preso en otro país, puede recurrir a esta figura, a la cual están suscritos Estados Unidos y Costa Rica y establece que se pueden transferir presos a cumplir su sentencia a su país de origen”, sostuvo Villalobos.
El jerarca explicó que este tratado solo se puede hacer efectivo si el país donde está preso el tico acepta hacer la transferencia.
“En el convenio no se fija un momento para utilizarlo, pero dependerá de cada país si desea emplearlo con un preso”, aseveró.
“Conociendo la justicia de Estados Unidos, no creo que quiera hacer la transferencia de manera inmediata, por lo que habrá que esperar un buen tiempo”, agregó.
Procedimiento. Villalobos indicó que es Vargas quien debe dar el primer paso para iniciar la gestión.
“El procedimiento es que Minor solicite la aplicación del convenio. Luego, la oficina que administra la justicia en Estados Unidos dirá si lo acepta o no y a partir de cuándo”.
El jerarca manifestó que su oficina no pondría ningún impedimento a esta iniciativa, pues Costa Rica es una nación pionera en la aplicación de este instrumento.
“Constantemente repatriamos presos, tanto de salida como de ingreso. Esta semana, mandaremos a Panamá a varios detenidos”.
Explicó que el espíritu del convenio es de carácter humanitario para que los presos cumplan la condena en sus países de origen.
Aseveró que si un país acepta repatriar a un reo, este se somete al ordenamiento de Costa Rica, por lo que si Vargas es traído aquí, puede acogerse a las garantías que ofrece nuestro sistema penitenciario y las leyes de ejecución penal.
Así, podría ver reducida su pena de acuerdo a los requisitos que ofrece la ley, como buen comportamiento, estudios y trabajo.
Un caso anterior fue el de Ricardo Alem, quien el 4 de marzo de 1997 fue condenado a 13 años de prisión por la Corte Federal de Miami por el delito de conspiración para poseer y distribuir cocaína.
Alem evitó ser sentenciado a cadena perpetua al autoincriminarse y mencionar los cómplices.
Debido a la colaboración, las autoridades estadounidenses le redujeron la sentencia a nueve años en julio del año 2000.
El 21 de noviembre del 2001 Alem fue repatriado para cumplir aquí el resto de la condena impuesta en EE. UU. y la dictada por el Tribunal de Alajuela. Colaboraron en esta información Juan José Herrera y Otto Vargas.